Lucas sonrió. Era este pelotudo otra vez.
- ¿Qué querés? - rió.
No recibió respuesta. Por alguna razón empezó a transpirar. ¿Qué acaso sentía miedo? Su callado interlocutor no se inmutó y empezó a caminar hacia él, con la mayor seriedad del mundo. Lucas hizo un gesto defensivo pero el otro no se detuvo.
La sonrisa en la cara de Lucas se desvaneció.
Se abalanzó hacia él. Diego se inclinó levemente hacia atrás y le puso una palma sobre cada costilla. Inmediatamente puso toda su fuerza en ellas y dio un salto espectacular, como concentrando toda la energía antigravitacional en ese único empujón ascendente.
El cielorraso y la columna vertebral de Lucas crujieron simultáneamente en un sólido impacto. Tras ello quedó encajada la segunda en el primero por unos instantes, y luego cayó al piso.
- ¿Qué querés? - rió.
No recibió respuesta. Por alguna razón empezó a transpirar. ¿Qué acaso sentía miedo? Su callado interlocutor no se inmutó y empezó a caminar hacia él, con la mayor seriedad del mundo. Lucas hizo un gesto defensivo pero el otro no se detuvo.
La sonrisa en la cara de Lucas se desvaneció.
Se abalanzó hacia él. Diego se inclinó levemente hacia atrás y le puso una palma sobre cada costilla. Inmediatamente puso toda su fuerza en ellas y dio un salto espectacular, como concentrando toda la energía antigravitacional en ese único empujón ascendente.
El cielorraso y la columna vertebral de Lucas crujieron simultáneamente en un sólido impacto. Tras ello quedó encajada la segunda en el primero por unos instantes, y luego cayó al piso.