El poder es libertad.

- Vos y yo deberíamos ser enemigos mortales, no Nati? - Comenta Rafael.

Capítulo 70

- Bueno, vamos a hacerlo simple, uno contra uno, que tal?

- Nahh, mejor de a parejas!

- Pero somos cinco!

- No se hagan drama, yo no entreno.

- ...?

- Si, no hay gnas chabon, me van a hacer rebosta.

- No, David, pero esperá, tenés razoón vos Rolo, mejor uno a uno.

- Sale. Quienes primero.

- Yo quiero ver a la Nati y a Rafa!

- Se animan?

- Mas vale

- Ahh... no cualquiera eh? - Sonrié natalia

Natalia lleva su bolso de cuero cosido. Adentro, lleva unos cuatro litros de agua destilada.

- Ya sabés Nati, como toda mujer, me podés hacer bosta y yo no a vos.

- jajajajaja- Rie Natalia.

- Bueno, cuando yo diga tres! - Enuncia Santiago.

- Dale...

- Uno!

- Esperá pero cómo vamos a ...

- Dos!!

- No, pero es que no entiend...

- TRES!!!


Rafael chasqueó con ambas manos. Las chispas nacieron en las palmas, que giraron y se hicieron enormes, del tamaño de dos pelotas de básquet. Mas luego comenzaron a avanzar en zigzag hasta Natalia.
Ella levantó sólo un chorro de agua alargado, con forma de látigo, partió una llama al medio y a la otra la detuvo con una pared líquida. El agua se evaporaba en cada impacto, pero el fuego también se apagaba un poco también. La pared de agua se tornó curva y envolvió a la esfera incandesente, para después achicarse súbitamente y extinguirla.

Un festín de luces y sonidos en medio de un baldío.

Rafael había perdido ambas esferas. Sacó un cigarrillo del atado, se lo puso en la boca. otro chasquido con la mano derecha, y una espada larga de llamas levitaba a continuación de su mano. Se llevo la muñeca izquierda hacia la espalda y puso en vertical la espada, como un esgrimista.
Inhaló levemente para que el fuego alcanzáse el tabaco. Exhaló y comenzó a largar espadazos.

Natalia Giró ambas muñecas en un gesto envolvente y lanzó un terible chorro de agua contra su oponente. Rafael partió a la mitad el chorro, pero fué inevitable que se salpicara el hombro y la cara. Se llevó la mano izquierda al hombro.

- Aaaaarrgghh! - Gritó

Natalia lanzó otro chorro, le quedaba mucha menos agua en estado líquido...

En ese instante la espada extendida de Rafael se consumió porque el agua que provenía de adelante se complementó con el agua que lo había salpicado, que ahora volvía hacia Natalia, apresando la espada y sofocándola.

- Fsssss! - El sonido del agua evaporándose.

Finalmente Natalia, con la poca agua que le quedaba, formó un aro enfrente de ella, mediante el cual fijaba su objetivo.

Rafael llevó los dedos índice y mayor hacia su boca, cerró con un movimiento de tijeras y sacó su cigarrillo, exhaló el humo. Levantó la mano en que lo tenía como si fuera una pistola, cerró el ojo izquierdo y apuntó. Siete esperas de fuego salieron disparadas de la punta de un cigarrillo directo al centro de un aro de agua.

El aro se cerró y se transformó en un taladro que apuntaba hacia Rafael. Las siete pequeñas esferas se esparcieron antes de tocarlo y comenzaron a rondar en torno a Natalia. Rafael devolvió el cigarrillo a su boca.

El taladro se dividió en dos masas de agua, una de ellas se tornó una película que protegía a Natalia por encima y la otra, la cual era la punta del taladro inicial, cayó al suelo formando un pequeño charco.

Las esferas de fuego llovieron.

- Fsss, fssss, fsssss ,fsssss

Natalia no tenía más protección y aún dos esferas no habían caído. La cabeza le dolía. Pero hizo su último gran esfuerzo. Vió venir a ambas, extendió una mano a cada una de ellas y cerró los puños con tal fuerza que le temblaban.

- Fsss

Una de las esferas desapareció.

Fsss

E inmediatamente la otra.

Rafael sonrió mordiendo el filtro. Y desde el suelo se levantó un disparo de agua que

Fsssssssss cough cough!

Apagó el pucho y mojó la cara del oponente.

- Touché! - Gritó Santiago.

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