El riesgo: la desconfianza.

Capítulo 69

- No hay caso, necesito tocar otra cosa para ver si hay algo más atrás...

- ¿Qué? - Pregunta el tipo de traje

La chica le apunta a él.

- ¿Qué hacés Fernanda?

- Lo siento baby, así es la vida... cuestión del más fuerte.

Tadeo se para, con la mano izquierda agarrará el brazo derecho del hombre y con la derecha le tocará la frente.

- GUARDIAAAAAAAAAAAAASSS!!!!!!!!!!!!!!!!

El grito del hombre nunca será escuchado, pues un enorme campo de fuerza ya envuelve a la chica, a Tadeo y al hombre que grita ferozmente.

Tadeo ve una transacción, un apretón de manos, una bolsa de supermercado que va, una bolsa más grande, de consorcio, que viene... muchas caras... muuuchas caras, con ojeras, con pupilas dilatadas, con la piel de la nariz levemente enrojecida... Un hombre que da órdenes a otros para que decarguen la droga desde un auto... un auto negro.

- Lo tengo! - Dice Tadeo.

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Diego es una flecha en el viento. Salta, rebota, pica, corre, vuelve a volar.

El auto se dirige a zonas cada vez menos iluminadas. Lo persigue, pero con respetuosa distancia...

Las zapatillas acolchonadas danzan de azotea en azotea. Hasta que predominan los techos de chapa.

Un grupo de chicos juegan a la pelota. Pibes de diez o quince años, tostados por el sol, jugando a la tarde, en cuero, con dos piedras de arco. No hay pasión más grande que la del potrero. No hay jugador más aguerrido que el que juega por la gloria misma. Un pelotazo sale disparado, pasa por encima de uno de los bloques de concreto.

- GOL!

- Fue PALO!

La pelota sigue y termina en una calle de tierra. El más niño de los chicos es quien sale corriendo a buscarla, las zapatillas dejan entrever su dedo pulgar derecho y su pantalón está manchado con lavandina. Un auto negro se dirige hacia la pelota. Ahora otro de los chicos, un adolescente, corre hacia su hermano menor. El auto pasa al lado del balón, sin reventarlo por escasos milímetros.

- Eh! che culiau cuidado con la pelota!!

El auto enciende las luces rojas y se frena. El niño agarra la descosida pelota del piso.

- Uh, meno mal que está entera! jaja! - Ríe el niño.

El vehículo hace reversa. El chico comienza a regresar hacia la canchita.

- Escuchame pibe.

Da media vuelta y levanta el mentón.

- ¿Cómo se llaman tus papás?

Llega corriendo su hermano mayor y se para al lado del chico.

- Disculpá amigo, no hay problema...! - le dice a quienes están en el auto.

- No, no no, ¿Quiénes son tus papás?

- Ehh, los de allá, allá vivimos nosotros... - Señala a una esquina.

- ¿Como es el apellido de tu viejo, pibe?

- Al... - Empieza el pequeño.

- Almada! - Lo interumpe el mayor.

- Bueno, cuidado con lo que juegan chicos. Dale vamos.

Acelera el auto en una polvareda de tierra. Caminan de vuelta a la cancha los chicos.

- No sea pajero! si vé de nuevo ese auto vo te alza a la bosta de una! mentendé?

- Pero vo le dijiste cualquier apellio!

- Ma vale boludo, esos son los que andan en cosas jodidas che pajeraso, no te quiero ver que hablé con ello de nuevo, ah?

- Ta bien, ta bien, vamo a jugá.

- Que golazononon que les hicimo, no?

- Caiate che culia!, si fue mas palazón que no se qué...

Diego tiene que volar bajo, pegadito a los techos de chapa para no hacerse notar.

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Los dos guardias están fumando en la puerta del edificio. Mirando para afuera.

- jajaja!

- Si, mi prima se dedica a eso.

- No, me estás jodiendo...

- Si, si no te digo que saca bastante plata de ahí?

Se gira el picaporte ornamentado de la ornamentada puerta. Sale el hombre de traje. Los guardias tiran los cigarrillos al piso y los pisan. El hombre mira con mirada severa.

- Se pueden ir chicos.

- ...?

- Tienen el día libre. - Abre la puerta de salida.

Antonella, del otro lado de la calle escucha atentamente.- Fuck. Si sale otro y hay que seguirlo estamos en el horno. - Piensa.

- Estás seguro Martín?

- To-totalmente seguro. - Dice serio y exhala fuertemente por la nariz. Se lleva el pulgar y el índice para limpiarsela levemente.

- Pero mirá que acabamos de empezar nuestro turno.

- Chicos!, en serio!... salgan.

- ¿Pero nos vas a descontar el día? - Sonríe uno de ellos y mira al otro.

- No...

- ...

- Bue, ya dejemonos de boludear, si quieren se van, si quieren se quedan, hagan lo que quieran.

El hombre da media vuelta y vuelve a meterse en la habitación. Cierra la puerta.

- Qué le pintó al Martín?

- No sé boludo pero yo me alzo a la bosta, vamos?, seguro que se va a comer a Fernanda...

- nooo. - Sonríe. - Con la nena noooo...!!

- Jajjaja, che hablando de nena mirá la que está ahí al frente. - Salen a la calle.

- Si, linda mina, no?

- Cordobesa tenía que ser... - Se cierra la puerta de calle.

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Martín, el hombre del traje, o como quieran llamarlo, será encontrado veinte minutos más tarde, golpeado y en calzoncillos, por la policía. Al igual que a una chica atada adentro de un armario, también en ropa interior. Llorando.

- ¿Qué mierda le está pasando al mundo? - Pregunta Matías.

- 57 Kilogramos de cocaína,y 48 de Marihuana... Éso está pasando. Lo mismo de siempre, bah...

- No, boludo, digo porque este caso, y el otro del otro día de los narcos... no tienen... chispa.

- Qué?

- Y si, no tiene gracia venir y que los traficantes ya estén golpeados y servidos. ¿Adónde queda la adrenalina?

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Tadeo, Antonella, Aylén y Macarena caminan hacia la parada.

- Qué les dijiiste para que se fueran?

- Los mandé a la mierda practicamente. - Responde Macarena.

- Ohi chabon me siento re... aaaaa

- Si, yo también es como que .... aaaaaaaaaaaaaaaaaa, y cuando te apunté a vos Tadeo, me temblaba la mano... aaaaaaaaaaaaaa chabon...

[Flashback]

Macarena se destransforma de ser una morena sexy para ser Macarena, Se va atrás del sillón, Aylén mantiene a Martín en el piso, Tadeo lo deja en calzoncillos y le da la ropa a Macarena, que ahora se transfigura en él.

[/Flashback]

- Che y Diego a todo esto?

- Ah, a ver, lo llamo. - Dice Antonella.

Saca su celular y antes de que apriete cualquier tecla, suena.

Diego Llamando...

- Hola?

- ¿Cómo les salió aquello?

- ¡Éxito total!

- Llegaron los canas! - Dice Macarena.

- Y tenemos una pista. - Dice Tadeo serio.

- Y fuí un tipo de traje que se llamaba Martín! - Grita Macarena.

- Jajajaja- ríe Diego.

- y vos? donde andas? - pregunta Antonella.

- Estoy frente la casa del pelado. El que iba en el auto negro.

- Ah si, el pelado que salió.

- ¿Che y vive muy lejos de acá?

- Y... digamos que queda bastante retirado y me duele muy mucho la cabeza...

- Bueno chabón, tomate un bondi, no sé.

- No sé si por acá pasan bondis... o ...

- Qué pasa?

- o si... huy me estoy mareando boluda...

- Bueno, bueno, quedate tranquilo... respirá hondo. - Le dice, preocupada Antonella.

- Ufff.... mierda... Anto...- respira hondo. - Llamen a la cana... - Respira desesperado. - Hay unos tipos acá... TUMP!

Click tu.. tu... tu...

- Mierdaaa....

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