Sábado a la noche....

Capítulo 43

ACTO FINAL.

TADEO: (Sorprendido) – Mierda, ¡mis guantes!
ROLANDO: (empujando al Patovica con fuerza, sin lograr soltarse de sus manos.) – Pero soltáme, la puta que te parió.
PATOVICA: (Sin darle demasiada importancia al golpe recibido por los guantes voladores.) - Rajá pelotudo, no te quiero ver de nuevo por acá, ¿estamos? (Empuja con fuerza a Rolando hacia el piso. Rolando hace unos pasos bruscos hacia atrás, trastabilla y cae de espaldas.)
ULISES: (Al patovica) - Qué te pasa boludo?
ROLANDO: (Incorporándose) - No, no, dejalo. Que ya tenemos quilombo por aquel lado…

El patovica vuelve a su puesto, desde allí permanecerá indiferente, mirando lo que suceda.

El joven amaga nuevamente con lanzar un golpe, pero ahora dirigido a la cara de Tadeo. Maqui hará un gesto para correr hacia delante, dejando caer al piso a la chica delgada, Desaparece. Inmediatamente aparece detrás del joven. Tadeo recibirá una bofetada con el dorso de la mano del joven. Luego lo mirará fijo. Simultánea y conjuntamente con Maqui le darán una bofetada, con sus respectivas manos derechas. A Tadeo se le desaparecerán las pupilas de inmediato, blanqueando sus ojos, lagrimeando un poco.

Al mismo tiempo, Macarena empezará a sudar la sustancia brillante por los poros. El color de su piel cambiará a un rotundo oscuro. El calibre de sus músculos aumentará y su estatura disminuirá un poco. El enrulado pelo será absorbido rápidamente por el cuero cabelludo y quedará a de un largo inferior a un centímetro. La nariz se ensanchará, las pecas desaparecerán, la boca se agrandará un poco, manteniendo el grosor de los labios. Tanto los músculos del cuello como los de los hombros harán notar su presencia. Macarena cerrará los puños viendo la inminencia de los seis atacantes.
Luego de esto la ropa no le quedará tan holgada como antes. La intención será simplemente la de intimidar.

ANTONELLA: (de frente a Macarena, y de espaldas a los seis varones armados que se aproximan. Con TOTAL expresión de asombro y la boca abierta.) – Boluda… te acabás de convertir en un negro!
CHICA DESPEINADA: ¡Agarren a ésa primero!

Simultáneamente Natalia cruzará la despoblada calle, pasando por detrás del Remis frenado. El chofer deberá demostrar verdaderas ganas de irse.

MAQUI: - ¡Nati! ¿A dónde vas?
REMISERO: - Pibe, dejame cerrar la puerta.
JOVEN: - (Aún de pie, junto a la puerta abierta del remis, como quien está por subirse a éste.) ¡No!, ¡esperá!

TADEO: (Gritando, con los ojos aún en blanco.) – Hijo de mil puta! No es la primera vez que drogas a una chica para llevartela y… ah! HIJO DE PUTA!.

Tadeo agachará su cabeza y tapará sus ojos con ambas manos. Rolando hará que la puerta semiabierta del remis se cierre con todo, oprimiéndole las costillas al joven.

Algunos de los chicos que vienen junto con la chica despeinada se sorprenderán con ello. Pero sin prestarle demasiada atención.

JOVEN: (asustado) – ¡Dios santo! ¡Váyanse a la mierda!

El joven se subirá al remis y le pedirá que acelere, simplemente que acelere.

REMISERO: (Asustado también) – ¿¿Cómo hicieron eso??

El remis acelera y sale de escena.

MAQUI: - Mierda, ¿ahora cómo la llevamos a ésta chica a su casa?
TADEO: (Mirándo a los chicos) - No sé, creo que hay más problemas por ahora…
MAQUI: - Si, la idiota esa qué se cree…
ROLANDO: (Dirigiéndose a los chabones) – Hey!... Vayanse!

Los chicos se reirán, dos de ellos, quienes hicieran notar previamente que portaban puntas, las sostendrán en sus manos, balanceándolas.

CHABON: (Riendo) - Noooo, pero si nos quedamos no hay bardo ¿no?

El primero de los seis chabones armados intentará atrapar a Antonella, quien se encontrará de espaldas a éste.
Reactiva, Antonella se agachará, esquivando las manos del chabon, empujándose hacia delante y dando media vuelta, quedando de frente a él. A cada manotazo que lanzará el chabon se le corresponderá un movimiento evasivo por parte de Antonella.

Dos chabones acompañarán a la chica despeinada hacia donde se encuentran Maqui y José Ignacio con la chica drogada/delgada/sangrante. Ambos con puntas en sus manos. Rolando hará un gesto con la mano mientras se dirige hacia ellos. Las armas se desprenderán de sus manos, caeran al suelo y saldrán despedidas deslizándose por la calle.

CHICA DESPEINADA: (denotando algo de temor ante las cosas que ve) – Denmela a la chica, esto no es con ustedes.
MAQUI: - Nooo, gracias, ya la golpeaste suficiente adentro del baño.

La chica despeinada intentará agarrar del brazo a la chica tendida en el piso. Maqui la empujará.

CHICA DESPEINADA: (Fingiendo fragilidad) – ¡ha- hay! ¿Que te pasa? ¿Estás loca?

TADEO: Hey, pero porque… que le pasa a … ¿?

Rolando agarrará a uno de ellos del cuello, pasará su pierna derecha por detrás de la de él. Luego empujará con fuerza, rotando su espalda hacia la izquierda, haciéndolo trastabillar unos pasos hacia atrás, para terminar cayendo de espaldas al suelo.

Ulises, desde unos tres metros de distancia del otro chabon, cerrará el puño derecho, tensándolo. Luego lo llevará hacia atrás, como quien se prepara para largar un golpe de alto impacto.

Antonella se reirá por cada golpe que, espléndidamente, va esquivando de su ofuscado oponente. Éste último se enfurecerá cada vez más y, cuando le lance un puñetazo terrible con la derecha, Antonella lo evadirá rápida y ágil, agachándo la cabeza, dejando que el puñetazo el pase por encima, calzándole un codazo, con la derecha, en la axila descubierta y empujándolo con la palma izquierda. Al terminar esa pirueta Antonella se reirá del movimiento que acaba de inventar.

Macarena (Ahora un moreno fornido y petiso) caerá al piso empujada por uno de ellos. El cual empuñará el puñal con el filo hacia la parte inferior de la mano. (Como todo asesino). Y lo levantará amenazante. Al bajarlo, el puñal saldrá volando hasta La Cañada. La mano, ahora vacía, del atacante caerá sobre un pectoral de Macarena. Ella, conservando la costumbre de ser mujer, lo mirará con bronca, lo agarrará por los hombros y lo empujará. El chabon trastabillará con su compañero que ha caido por el empujón de Rolando y caerá también con él.

PATOVICA: (Desde la puerta, caminando hacia nosotros nuevamente.) - Hey, basta de tanto lío, se van de acá…

Arremeterá otro contra Claudia, intentando apuñalarla de frente, el puñal se dirige directo hacia su abdomen.

Cliiichhh…

El filo ingresará completamente en la carne de Claudia. Sólo queda el mango a la vista en pleno contacto con la ropa.

CHICO: - Ah!...

El patovica, al ver esto, demostrará una expresión de espanto, dará media vuelta y volverá inmediatamente al boliche.

Claudia no dirá una sola palabra. Sólo se inclinará un poco hacia delante. E inmediatamente descargará un golpe diagonal ascendente con toda su ira en la mandíbula inferior de su oponente. Él saldrá despedido por este golpe y recién allí lo notará. El filo del puñal se ha convertido en pequeñas piedrecillas de metal que han caído como fina arena al suelo, y que, lo poco que aún queda de él a continuación del mango, está algo manchado con un poco de sangre. Claudia efectuará sobre él otro golpe en la cabeza, uno más en el abdomen y el último en las costillas, con el cual terminará derribándolo.

Otro, que se dirigirá hacia Natalia, presuponiendo que buscaría a algún guardia o a alguien, cruzará hacia la cañada. Natalia se parará encima de la pequeña pirca, dará media vuelta. Una masa enorme de agua surgirá desde detrás de ella, se dividirá en dos partes, le pasarán por al ambos lados de ella, chocando con fuerza contra el mentón del chabon. Natalia se concentrará con excesiva fuerza, logrará levantar al chico unos quince centímetros del piso. Empujándolo al mismo tiempo hacia atrás. Cayendo éste junto con aquel al que hubiera empujado Macarena.

Tadeo quedará justo enfrente del único chabon que queda, el cual, de pronto, recibirá un golpe en la cara. Proveniente de Ulises, que, estando a tres metros de distancia, le ha atinado el puñetazo mediante la viscosificación de su brazo y de su antebrazo, pero no de su puño. Utilizando su brazo como un látigo. Tadeo aprovechará esto, pondrá su pie en el pecho del chico y empujará con fuerza.

AYLÉN: (En tono verdaderamente autoritario) – ¡Vamonos todos ya! Agarren a la chica y vamonos ¡YA!

Rolando obedecerá inmediatamente, al no ver a Natalia por ningún lado, va a buscarla a la cañada. La encontrará desmayada sobre la pirca. Frente al enorme charco de agua que ha dejado en la calle. La cargará y empezará a trotar en dirección norte. Tadeo cargará a la chica delgada al hombro y empezará a caminar a paso acelerado. Ulises intentará ayudar a Claudia a caminar, quien se negará y comenzará a caminar más rápidamente, agarrándose el abdomen.

Cuando todos se estén dirigiendo hacia el norte, los atacantes buscarán un contraataque.

Aylén, mientras trota, volteará la cabeza, asomará su mano derecha por debajo de su brazo izquierdo y extenderá los dedos.

Todos los atacantes chocarán contra una pared casi invisible simultáneamente.

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Conversación telefónica:

FEDERICO: (enojado) - ¿Por qué no me avisas si te vas a ir así, chanchito?
MAQUI: - Disculpá Fede es que se armó un lío terrible con los chicos que nos quisieron agarrar...
FEDERICO: - ¿Qué chicos las quisieron agarrar?
MAQUI: - Nada... unos que venían con la loca que buscaba a la chica flaquita...
FEDERICO: (dudoso) - ¿Qué chica?
MAQUI:- La que estaba medio drogada con el tajo en la cara...
FEDERICO: (sorprendido)- ¿Cual tajo?¿Qué pasó?¿Se lastimó alguien?
MAQUI: - No, tonto, pero eso fué por la pelea en el baño de las chicas...
FEDERICO: (Aún más sorprendido) - ¿¿¿Cual pelea en el baño de chicas??? Maqui, ¿¿¿qué hiciste???...
MAQUI: - Huy bueno, es muy largo de explicar, ¿si?, después te hablo...

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