Confrontarse

Capítulo 34

Santiago maldijo al aire y recordó que, de todas formas no habría tenido ningún sentido haber atrapado al supuesto Marino con tierra.
Decidió que, habiendo "perdido" a Tatiana, lo mejor sería volver a su esquina y defender la bandera junto con Claudia.

Macarena permaneció semienterrada, Santiago en cualquier otra situación la sacaría de allí, pero en esta competencia y sabiendo lo ventajoso de su poder decidió no hacerlo.

Mientras tanto Rolando y Ulises permanecían en defensa de la piedra/cristal extraño. Rolando, aburrido, decidió atraer las chapas oxidadas.

Marino apareció con un flash enorme y fuerte junto a Tatiana en la vereda al lado del baldío...


-¿Que haces con eso puesto? - Rió Tatiana, pero Marino no respondió, en lugar de eso la besó y simplemente, explotó.

Claudia se aburría estando sola en la otra esquina del baldío, cuando..

T- Pafff!!!

Marino apareció ante ella, mirándola fijamente.

- No te acerques- Dijo ella, e inmediatamente largo una carcajada al verlo vestido con la remera de Macarena.- ¿Que haces con eso puesto? - le preguntó.

Marino sin decir palabra miró para todos lados vió pastizales, césped corto, una pequeña montañita de escombros al lado de la pared en la cual finalizaba el baldío y, tras no haber encontrado por ningun lado la "bandera" avanzó hacia Claudia.

Claudia extendió el brazo derecho. Marino dudo una milésima de segundo para convencerse aún más de que deberia revisarla.
Cuando siguió avanzando las líneas en tinta de la remera de Macarena comenzaron a derramarse, estando ahora líquidas, como así también el colorante blanco grisáceo que ahora empapaba el torso desnudo de Marino. La remera fue encogiéndose de a poco.
Marino la alcanzó, la agarró y la hizo dar media vuelta.
Nada. no la tenía consigo misma. Mirándose el pecho encontró una serie de pequeñas pelotitas de algodón húmedas en tinturas colorantes que goteaban un poco. Revisó que sus zapatillas estaban impecables y miró a Claudia como diciéndo "que va ser" y explotó nuevamente.

Antes de que sus partículas se rearmen en la otra esquina del baldío un pequeño puntazo en su cabeza le indicó que estaba acercandose a su propio límite.

- No la tienen en su base.- Dijo apenas apareció.
- Como??- Dijo Rolando mientras Ulises no entendía el porqué del estado de Marino.
- Que te pasó Chabón?- Preguntó
- Además, ni Echó ni la Tati la tienen tampoco.- Respondió Marino- Ah, ésto, la Claudia, y la EX remera de la Maca... jeje- Y se sacó las pelotitas de algodón.
- Carajo. la dejaron tirada por el baldío. - Dijo Rolando.
- No, no creo. Es hora de que ataquemos los tres.
- Está bien.

Partieron los tres hacia los pastizales. Dejando detrás de ellos sólo las dos chapas oxidadas, rotosas y compactadas con forma de intento de esfera.

Mientras tanto Santiago regresaba a su esquina y le decía a Claudia que avance ella, y que él se quedaría a cuidar de la bandera.

- Y la Tati? - Preguntó inmediatamente lo vió solo.
- No tengo ni idea, se la llevó Marino.
- Estará bien? ¿no?
- Que se yo.- Dijo entre risas Santiago. -Seguro que si.
- Bueno, avanzo yo ahora, ya vuelvo.

Se chocaron las manos y Claudia comenzó a caminar.

Tatiana desde fuera observó toda la escena y se encontró con Claudia. Le advirtió por dónde venían los otros tres para evadirlos. Tras haberlos pasado dedujeron que Santiago podría con, al menos, Rolando y Ulises. Y teniendo en cuenta que ninguno sabía dónde se encontraba la bandera, dieron por descartado el problema de la defensa y comenzaron a correr realizando el ataque. Éste era su momento. Tenían toda la ventaja.

Llegaron al lado de la pelota de chapa. Claudia extendió ambos brazos y la misma comenzó a degradarse en pequeñísimas piedritas de metal. Lo hizo algo despacio, alerta constantemente de no desgranar el cristal en caso de sentirlo.

Aún así no hallaron nada.

Ahora estaban en desventaja...

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