Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Alcanzar objetivos.

Capítulo 33

Cada uno llegó a su esquina correspondiente del baldío.

- Echó acá vive alguien! - casi gritó Claudia.
- Bueeno, un poquito nomás. - Insistió Sanitago. - Ah! y Tati, no pierdas de vista a la Maca.
- Bien! - Tatiana estaba enérgica.

Unos 50 metros más allá, detrás de altos pastizales y malezas, detrás de criaderos de dengue y acumuladores de agua podrida, el otro equipo se preparaba...

- Bien, ¿entendieron entonces como vamos a hacer, no? - Preguntó Marino.

Sus compañeros respondieron afirmativamente. El juego habia comenzado.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Entrenarse

Capítulo 32

- Hagamos algo, nos separemos en dos equipos para entrenar mejor. - Propuso inicialmente Santiago. - Por un par o impar* determinamos a dos que van a ser los que elijan los equipos...-

Hicieron el par o impar. Por azar del destino quedaron para elegir los dos que controlaban materia, Santiago y Rolando.

- ¿Elegís vos? - le preguntó Rolando.
- Primero las damas.
- Está bien. - Y señaló a Marino - Vos, omnipresente, venís para acá.

Marino besó a Tatiana en la mejilla.

T-paffff.

Palmeó a Rolando en la espalda.

- Che nos van a quedar equipos desiguales. - Previno Santiago.
- ...
- Está bien, mi equipo se la banca. - Respondió Santiago señalando a Claudia.
- Maca, venis para acá.
- Tati.
- Bien Ulises, estas en el equipo.- Dijo Rolando.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Todo gran viaje, comienza con un pequeño paso.

Capítulo 31

Caminaron las dos cuadras hasta llegar al terreno baldío que Santiago había propuesto, la charla como siempre, habitual, de variadas temáticas.

Finalmente llegaron e ingresaron hasta lo mas profundo del pastizal, por suerte en barrios tranquilos como en el de Santiago no habria mucha gente rondando por las calles, no les fue difícil no ser vistos.

Rolando relevaba el área intentando sentir alguna particula de metal suelta entre tanto baldío.

- A ver si encontrás todo lo que hay que encontrar Rolo! - Desafió Tatiana.

Rolando la miró fijamente y un momento despues cerró los ojos y empezó a nombrar un listado de cosas, a medida que las iba nombrando éstas se iban elevando y quedaban levitando en el aire.

- Dos latas oxidadas, un alambre retorcido, dos monedas de... ¡un peso!, dos chapas rotosas de un metro mas o menos de ancho por dos metros de largo, la partecita de arriba de una cuchara, un ¿cuchillo?, ponele y cuatro latas oxidadas más.

- ¡Jaja! ¡¡Te faltó una cosa!!

lunes, 29 de noviembre de 2010

Reflexionarse

Capítulo 30

Tatiana está conversando con su padre
- Bueno, mirá Tati, si vas a salir hoy a la casa de Echó, no vas a poder salir a bailar el finde...
- Jajaja! con lo que me importa salir a bailar...

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 Julio del 2011. Casa de Santiago. Tres y media de la tarde.

- Pensemos - se dijo a si mismo Rolando mientras miraba a sus amigos. - Si nos pasó esto a nosotros es muy probable que también les haya pasado esto a otras personas...
- Si, no me gustaría imaginarme lo que pueden llegar a hacer algunas personas con determinados poderes. - Respondió Tatiana.
- ¿Cosas como qué? - Pregunto inocentemente Claudia.
- Montones de cosas - Casi gritó Rolando.
- Imaginate alguien que pueda caminar por las paredes podría robar re fácil departamentos.
- O alguien que pueda tirar rayos de energía de las manos podría estar matando a un montón de gente ¡Ahora mismo!
- O alguien que pueda atravesar paredes puede llegar hasta la habitación de una persona y violarla y matarla.
- O que pueda entrar en algún local y robarse todo.
- ¡O en un banco! ahí si que se haría la guita el tipo.
- ¡Ah si! ¡¿Vieron el caso ese del banco Nación? seguro que era un hijo de...

sábado, 27 de noviembre de 2010

Descubrirse.

{Por Tadeo} Capítulo 29

Bueno, si me pedís que lo haga, aguántate escucharme un rato largo. Todo empezó el otro día, hace ya banda de tiempo. Estaba yo hablando con Maqui sobre esto de los poderes que ahora es tan famoso (obviamente), y mientras ella me contaba del suyo, la toque para correrla porque justo pasaba gente. Hacía calor ese día, así que ella estaba con una musculosa. De repente le pregunte:

- Ey, ¿Vos me contaste que estuviste con Fede en la costa o me lo imaginé?
- No, ¡No le conté a nadie eso! ¿Cómo sabés? ¿Vos nos seguiste o alguien te contó?
- No, estuve todo el almuerzo en cantina. Seguro que me lo debo haber imaginado.

Igual, mi vida suele ser flash y estoy acostumbrado a ver cosas o saber cosas que no sé de dónde saqué. En ese momento no le di importancia, así que seguí tranquilo. Pero después, en la clase que tuvimos antes de salir, ocurrió de nuevo algo extraño. Yo estaba sentado con Nati, y justo la toque en el brazo para llamar su atención y decirle que me prestara un lápiz. Pero de nuevo me ocurrió eso raro. Automáticamente le comente a la Nati:

- Ey, ¡¿Por qué David hizo eso!?

Ella me miro totalmente extrañada y me respondió:

- ¿Hacerme que?
- Y, ¡Eso! - Señalando su brazo.- ¿Por qué te agarró tan fuerte sólo porque tenían que cruzar una calle?
- Pero, ¿Vos cómo sabes eso? ¿¿¡Y - Con una voz mas aguda - qué te importa!??
- Ey, me preocupo por vos. Y no sé como lo sé, pero lo importante es que lo sé. Pero tenés razón, tus problemas, no los míos.

Los dos nos quedamos extrañados, principalmente yo. No sospechaba nada acerca de nuestro futuro. Ella ni siquiera soñaba con manejar el agua, y yo ni siquiera me permitía pensar en que iba a tener un poder semejante al que poseo ahora.

Pasó un mes de ese día. Ocurrieron episodios semejantes a estos, pero de menor importancia. Hasta que un día, subiendo la rampa, tuve un dolor de cabeza tan fuerte que caí en el piso y estuve a punto de golpeármela. Ese día ya tenía bastante dolor de cabeza, pero no tan fuerte como este. Fue tan efímero el dolor como duró tocar la baranda de la rampa y sacar la mano instantáneamente. Por suerte estaba con Maqui, Nati y David, que me ayudaron a levantarme. Maqui pregunto:

- Tadeo, ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? -
Yo, un poco molesto por el reciente dolor, le respondí de mala manera: - No, es que quería abrazar el piso, porque me di cuenta que sin él me caigo. La verdad le debo mucho.

Luego reaccione y le dije:

- Perdóname Maqui - Sonreí.- Es que todavía me duele la cabeza. Estoy bien, sentí como que muchos pensamientos o recuerdos se acumulaban en mi mente.
- Pero, ¿Cómo te ocurrió eso?- preguntó la Nati.
- ¡Sólo toque la baranda de la rampa! Esto es muy extraño.
- Chabon, es la resaca del domingo- comentó David.
- Si - Sonreí. - Debe ser eso- Puse una cara parecida a XD

Luego, mas tarde en el aula, pensé: ¿Qué puedo hacer ahora? Si cada vez que toco la rampa me pasa esto, ¡Me voy a terminar muriendo! ¿Como puede ser que ocurra ésto?

Para darme cuenta si era verdad mi presentimiento, a la salida me cuidé de no tocar la baranda de la rampa. Esperé a que se vaya la mayoría de la gente, y procedí a fijarme si el episodio del terrible dolor de cabeza ocurría se nuevo. Me acerqué a la rampa, y simplemente la toqué. Al instante, sentí que incontables imágenes de manos de personas, con sus nombres e identidades en mi mente, pasaban como rayo frente a mis ojos. Cuando abrí los ojos, estaba tirado en el piso y el dolor de cabeza se reducía lentamente. Noté que estuve llorando, seguro que del dolor. Pero justo en ese momento me sequé los ojos y vi que no eran lágrimas, era sangre lo que brillaba en mi dedo índice. Fue demasiado el esfuerzo que hice para no gritar. Se me acerco el guardia, pero automáticamente salí del cole y me fui a la parada. Pero mi historia no termina ahí.

Cuando me subí al colectivo, me agarré de la barra que esta sostenida al techo. El dolor de cabeza volvió, pero más tenue. Al ser una persona que no le gusta hacer escándalo, me lo aguanté. Cuando me tocó bajarme del colectivo, tuve que esperar que una señora bajara antes. Luego de que ella bajara, me agarré para ayudarme a bajar las escaleras de la baranda puesta para eso. Sentí una electricidad desde los dedos hasta la cabeza, y la idea de que esa señora se llamaba Beatriz Estevez y que recientemente había estado hojeando una revista de costura invadió mi mente. Terminé de bajar y grite:

- ¡Beatriz! ¡Acordate que le tenés que devolver la revista a Marta!

No sé qué me obligó a hacer eso. Puedo ser una persona impulsiva, pero no tan colgado como para hacer eso. La señora me miró con la cara más extraña que vi en mi vida, una mezcla de horror, miedo, sorpresa, sobresalto y cara de: "¿De donde lo conozco a éste?" Y me respondió simplemente:- Ya sé. Por suerte no le dio mucha importancia, y seguimos con nuestras vidas.

Decidí hacer algo en contra de esto: Experimentar. Podría contarles toda la tarde que estuve practicando tanteando cosas, pero no viene al caso. Descubrí que si algo fue tocado muy recientemente, puedo saber que tocó la persona hasta una hora antes de usar el objeto (suena mal, pero puedo saber todo lo que tocó esa persona –una maldición total saber algunas cosas-). También tuve el alivio de saber que si sólo yo había usado un objeto y nadie más en algunas horas, no me ocurría nada, y que el metal no me producía recuerdos ajenos. A la noche descubrí que la luna no estaba (era luna nueva), y que por eso ocurrió el mes pasado esos incidentes con Nati y Maqui. Al fin había conseguido conocer los puntos malos de mi nuevo “poder”, y eso me permitió empezar a controlarlo.

Bueno, el resto de la historia la conocen. Por suerte, no soy al único que le ocurren cosas como esta. Justamente Pau siente la misma electricidad en los dedos. A ella no le gusta compartir mi poder, dice que no le gusta saber más de lo que necesita saber. Yo le respondo a eso diciéndole que tengo que lidiar con eso todos los días. ¿Pero sabés qué? No me quejo. Acepté lo que me dieron de poder, y espero pronto ser de alguna ayuda mas útil que tocar las manos de algunas personas para hacerles acordar dónde pusieron su celular o dónde guardaron sus zapatillas. Pero dejemos que el tiempo diga.

Ah, y yo no me apoyaría en ese poste. Como 10 perros diferentes marcaron su territorio ahí.

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♪... I want to hold your hand... ♫ ... ♬

{Por Paula} Capítulo 28

Los super héroes nunca llamaron demasiado su atención. Quizás fuese gracias a sus aires de superioridad, quizás fuese porque usaban los calzones arriba de los pantalones, quizás porque hacían que las soluciones a los problemas reales pareciesen tan estúpidas y sencillas que... ¿Por qué sólo el héroe podía encontrarlas?Tampoco era que los odiase, digamos que ella no se metía con los superhéroes y ellos no se metían con ella, tenían un pacto silencioso y sin necesidad de contratos ( ella tenía un pacto... con seres que no existían).

¿Qué tiene?

Capítulo 27

Sólo en su habitación, Rolando parece dividirse en dos. Acaba de asaltar un banco. Una parte queda vestida normal, informal. Otra parte de Rolando parece tomar cuerpo propio, embadurnarse de sombras y colocarse una capucha. El Rolando cotidiano mira fijo al Hombre Muerte.

¿Qué?

¿Qué tiene de malo lo que hice?

Fue una inversión. Yo tenía poder y busqué conseguir más… sólo eso…

¿Que por qué el dinero y no otra cosa?

Mirá, en esta realidad, o al menos en la que se ve en esta porción del mundo, si uno no tiene dinero, uno no vale. Si una empresa multinacional contamina un lago con desechos tóxicos y quienes rodean ese lago son pobres, entonces a nadie le importa. Los medios podrían llegar a publicarlo pero sin demasiado énfasis. Si la misma empresa llega a contaminar el agua de una fuente de un Country entonces se detiene el mundo, todos los diarios muestran el seguimiento de un juicio de pesadísimos intereses por ambos lados.

¿Qué es lo que hizo que el tipo del country sí sea tenido en cuenta por la sociedad?

Que él tiene dinero, ¿y cómo lo consiguió? Bueno, supongo que como yo, limpiamente. ¡Jaja! ¡Pero claro que me parece limpio! Es la mejor forma que tiene uno de llegar a conseguir un monto como el que yo buscaba. El más correcto. Hay otra forma… que equivale a convertirse en una prostituta para con el mundo.

Pero ¡por favor!

Prefiero un país en el cual seamos todos ladrones y nos robemos constantemente a nosotros mismos, que es lo que hice yo, antes de andar regalando los recursos naturales que NOS pertenecen!!! Ningún hombre es libre señores, todos somos esclavos de nuestro propio egoísmo…

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No les dije.

No les dije nada a los chicos. La plata está a salvo acá, así que no tengo que preocuparme por eso… – Pensó Rolando mientras sostenía uno de los fajos y lo hojeaba rápidamente, dejando ver como al correr los billetes a la cara de Roca se le levantaban y bajaban unas cejas dibujadas en lápiz, y se le estiraban los labios.

- ¿La cana? No sé que estará pensando, pero no me van a agarrar.

Mientras tanto, en la escalera principal de entrada a la central de policía, Méndez está doblando una fotocopia de la imagen del "hombre muerte" y la guarda en el bolsillo interno de su campera.

- Pero si, éste es el boludo que me hizo quedar para el culo robándome el arma, uno no se olvida fácil de ese enorme cacho de carne que tiene por jeta. Pero lo voy a agarrar, lo voy a agarrar. - Piensa.

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Y se viene la segunda

Capítulo 26

¿Acaso sentís eso corriéndote por dentro?

¿Acaso sentías ésto antes?

No lo creo. Es distinto, es todo muy distinto ahora, ¿no?

Tener la capacidad de apuntarle a alguien con su propia arma, se siente bien, ¿eh?

¿Por qué el poder tiene que ser representado siempre con cosas terminales? para muchos el típico "nerd", "ñoño", "traga", "golpeado" no tiene poder mientras que alguien que tiene un arma y esta parado de alguna forma poco común si que lo tiene… ¿Es tan necesario tener que recurrir a la intimidación para demostrar poder…?

Hay poderes que nadie ve, que nadie observa ni detecta a simple vista, millones de héroes caminando por las calles, al lado nuestro, anónimos, utilizando todo el poder que tienen para ir en contra de sus propios placeres, sus pasiones, en contra de sus egoísmos y todo por mero respeto hacia la humanidad…

No, no hace falta tener un arma para saberse poderoso…

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Porque puedo.

Capítulo 25

Córdoba, 10 de Julio de 2011.


Portada de La voz del interior:
ASOMBROSO ROBO AL BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA

Ayer, en el centro de la ciudad, una sola persona logró hacerse con cerca de tres millones de pesos en efectivo. Aún no se ha reconocido al responsable.
Ayer, a las 17:45 aproximadamente, según informan las cámaras de seguridad del banco que captaron toda la escena, ingresaba una persona vestida con un sobretodo con capucha de color negro (luego denominada como “El hombre muerte”) logrando instantáneamente desarmar a los guardias y forzando cerraduras, incluso el sistema mismo de seguridad de la bóveda, logrando hacerse con la suma total de dos millones novecientos ochenta y dos mil pesos en moneda corriente, dejando simplemente la cerradura de la bóveda forzada y deformada. El dinero fue trasladado en una mochila de color rojo, no se pudo dar aviso a la central de policía como así tampoco se pudo dar persecución al misterioso asaltante dado que también hubiere forzado desde afuera las cerraduras del establecimiento...

Marcelo Tinelli quiere llevar a la cajera entrevistada en el caso para el bailando y hace un llamado al grandioso "Hombre muerte" para que se sume si quiere.


Portada del diario Hoy día córdoba:
“Porque yo puedo, ustedes no.”

Ésa fue la frase que le dijera ayer el asaltante, alias “Hombre de la muerte”, a una de las víctimas del sorprendente caso del banco de la Nación Argentina.
Ayer, a las seis de la tarde tuvo lugar en el Banco de la Nación Argentina de la calle San Jerónimo 30, frente a la plaza San Martín, un robo que se diera por un único individuo quien logró sustraer la suma de poco menos de tres millones de pesos. El “hombre de la muerte”, tal como se lo tituló ante su vestimenta totalmente negra, actuó de forma rápida y efectiva, logrando deshacerse del personal de seguridad especializado…

Ludovica afirma que el coraje y la desvergüenza propias de asaltar un banco son actitudes muy propias de éste que es el año del Conejo de Metal.


Crónica diez: (se muestran las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad del banco)

Locutor: - Como podemos apreciar, efectivamente se alcanza a distinguir a una persona con un sobretodo negro, encapuchado, que logra rápidamente extraerle armas a varios guardias del recinto con una facilidad extraordinaria.


Noticiero doce: (reportaje a uno de los guardias)

- Y… uno ochenta debe haber medido el tipo, parecía adulto, yo no le pude ver los ojos pero lo único que me acuerdo es que se le distinguían unos labios gruesos y una barba rarísima y despeinada que se le asomaba abajo de la capucha. ¡Ah! Y al final cuando se estaba yendo se agarraba la cabeza con fuerza así, como si le doliera...
- ¿Cómo logró desarmarlos con tanta facilidad?
- No sé, no sé y todavía no entiendo, parecía que tuviese una fuerza sobre-humana porque a mí me agarró del arma así, me zarandeó un poco y, vos imaginate que la tuve que soltar ahí nomás. Traté de disparar pero el gatillo estaba duro, duro, re duro. Parecía que tenía fuerza el tipo porque sostenía la escopeta con una sola mano y la mantenía con el brazo estirado, así.
- ¿Cómo pudo entrar en la bóveda?
- La verdad que todavía no nos explicamos cómo hizo, parece que no sabía hacia dónde se encontraba pero abrió puertas hasta dar con ella, ¿No cierto?, y después encontramos las cerraduras de la bóveda retorcidas. Nosotros intentamos comunicarnos con alguien más para que nos manden ayuda ya que, sorprendentemente, ¿No?, una sola persona nos había reducido.
- Pero no lo lograron…
- No, no pudo ser porque …
(Se escucha de fondo) - ¡El tipo hizo volar las cosas por el aire!!! ¡¡Era la muerte en persona!!
- ¿Hizo volar las cosas por el aire..?
- Si, así es, parece extraño pero en realidad debe haber utilizado alguna especie de sistema de electro-magnetos o algo así, pero quiero decirle a los usuarios del banco que no se preocupen por nada porque sus fondos están intactos y seguros, ya un oficial de la policía se está encargando de la causa y quédense tranquilos porque lo vamos a encontrar. La seguridad ha sido restaurada y ahora está todo bajo control.
- Muchas gracias. - (El entrevistador habla a la cámara) - Así es, confuso el testimonio de uno de los guardias del banco de la nación argentina...
- A ver, Marcelo, buscá al que gritó algo de la muerte recién…
- … (Escucha por el auricular.)
- El que gritó y apenas se le escuchó…
- Bien, a ver, si la cámara me sigue, vamos a ver… A ver... Usted ¿Lo vio también señor?
(Aparece un señor con cara de alterado y ojeras, tiene un aspecto terrible y los ojos marcados por rojas venas.)
- ¡Es algo que no se podía creer! ¡El tipo extendía los brazos y los movía y las cosas levitaban y se rompían contra las paredes…!
- ¡Dejate de joder Pablo! Seguro que usó de esos imanes de los fuertes o un electroimán, Pablo, ¡No lo escuchen! (Interviene el primer entrevistado)
- ¡Pero si vos no viste lo que yo vi! ¿¿¡¡¡Cómo van a traer un electroimán hasta ACÁ!!!??
- Si vi que hizo volar el aparatito ese…
- ¡No! Lo que pasa es que vos te negás a entender que ya está…
- ¡Vos estás loco! ¡No lo escuchen! ¡No lo escuchen…!
- ¡La MUERTE viene hacia nosotros y vos no lo ves…!


Teleocho noticias:

- Al parecer el “Hombre muerte” habría mantenido una pequeña charla con una señora que se encontraba en el banco en ese momento, parece que la mujer habría renegado de que, justamente en una fecha patria como el día de ayer, alguien entrase a robar al mismísimo Banco de la Nación Argentina. A lo cual, según nos comentan los testigos, el “Hombre muerte” respondió: “Señora, hasta que no seamos un país realmente independiente fechas como ésta no tienen sentido… no tienen fundamento ni contenido”. Todos los que vieron esto dicen que el asaltante se dedicó con mucho respeto a la señora y que no insultó a nadie al robar, actuó en silencio todo el tiempo. Cuando otra mujer, llorando por la tensión del momento, le preguntó ¿Por qué hace esto? El asaltante le respondió “Solo hago lo que hacen todos los que tienen poder en este país… lo disfruto. ¿Quiere saber por qué? Simple…Porque yo puedo. Ustedes no.”

Muchos afirman que el sujeto poseía habilidades supranaturales que le ayudaron en su cometido ante lo cual sólo nos quedan tres opciones posibles:
O bien había un gran equipo de especialistas y profesionales detrás de este gran golpe y sólo uno de ellos se dio a conocer.
O bien todo el personal del banco se encontraría complotado con dicho sujeto.

O bien… bueno...

Estamos ante algo nunca antes visto...

FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA.

Ir a capítulo 24: Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil. _____Comenzar la siguiente temporada.

¿Destino o casualidad?

Capítulo 8
{Por Nati}

La verdad al "destino" le encanta ponernos una y otra vez ante situaciones incoherentes, ante realidades que quizás hace un año o un día eran imposibles, imprevisibles... ¿¿Será que el destino existe?? ¿¿Estará pre-escrito o lo escribimos nosotros en el transcurrir...?

Nunca hubiera imaginado que sería posible reencontrarme con esa nena de la plaza, esa compañera de juegos, cuando era una pequeña cosita en este mundo.
Nunca hubiera imaginado que ese chico en el fondo de una foto seria mi novio, esa persona a la que tanto amo.
Nunca hubiera pensado que detrás de ese jodón con cuello torcido, habría una persona maravillosa.
Y nunca habría pensado en conocer tantas personas hermosas con las que en este momento comparto mi destino, este destino engañoso y divertido...

Ese mismo destino que me dio tantas buenas cosas y también malas...
Ese destino que hizo que después de alguna fecha inexacta nada fuera igual, que lo que creía real se pusiera de cabeza y que controlar el movimiento del agua con solo quererlo, fuera tan natural como levantarme a las mañanas...

Ir al Capítulo 7: De W! :D_____Ir al Capítulo 9: La verdad llega a quien la espera, jovencita.

Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil.

Capítulo 24

Paula veía hasta dónde había llegado y sonreía, ¡Su poder se extendía a una retención total de 24 horas! Estaba feliz.

Bastaba simplemente con pedir a alguno de nosotros para que se ofreciera.
Recuerdo que por ese entonces Tadeo y Paula se divertían mucho comentando cómo se sentía esa extraña energía fluyendo como una electricidad que corría por todo el cuerpo, burlándose del resto que no podíamos sentirla. Decían que era algo indescriptible e inigualable y que era algo MUY distinto a electricidad, pero que, para que nosotros pudiésemos imaginarlo nos lo describían así, porque era la sensación que más se le parecía. Me preguntaba si la Tati la podría ver fluyendo… nunca nos lo comentó. Tal vez no. No creo, al fin y al cabo, si bien la Tati podía ver a través de los muros, no podía ver energía, sino materia.

En fin, Paula además compartía con Tadeo el hecho de tener que recubrir sus partes sensibles con alguna especie de material, es más, anteayer yo les propuse fabricarles una especie de dedales adaptativos o algo así, aunque fue un poco arriesgarme a algo MUY nuevo, porque recién domino la maleabilidad de forma bruta y en pequeños objetos. Por ahora Tadeo se unió a mi delirio, admitió que ya estaba realmente HARTO de apoyarse en una pared y saber que hace dos años fue orinada por un linyera o tocar un pupitre del colegio y ver TODAS las cosas que pudo haber visto él… o tocar un billete y ver a un verdulero que… en fin, él si que los necesitaba aunque antes se conformaba con dedales de costura clásicos pero admitía que yo le podría forjar unos con más estilo, aunque sea. Paula, por su parte se negó, ya que lo suyo era bastante más fácil de controlar, era un toque y listo. Además, a diferencia de Tadeo, ella podía controlar cuándo "activaba" su poder y cuándo no, por ende los dedales serían inútiles.
Lo que en ella evolucionaba era el lapso de tiempo que resistía que, como dije, por ese entonces rondaba las 24 horas.
Cuando vi su poder en su máximo apogeo fue cuando yo mismo me ofrecí en sus manos como conejillo de indias. Cuando me tocó yo no sentí nada, y creí que no había funcionado, pero luego, bueno…, muy mucho metal voló por los aires. Eso me entrenó para dominar y frenar cosas, o a evitar que se cayera algo muy pesado.
Ni hablar de cuando Paula charlaba con Ana sin que ninguna moviera los labios…
Tocando a Macarena sinceramente podrían haber asaltado un banco o hacer el truco de magia más demencial que jamás nadie hubiera visto. Eran capaces de hacer dos copias exactas (una Macarena y la otra Paula) de alguien. ¡Me hicieron dialogar contra dos yo! Aunque uno de mis yo era bastante más petiso y el otro bastante más delgado. Paula logró copiar mi cara casi perfectamente, pero el resto del cuerpo seguía siendo muy similar al de ella, inicial.
En pocas palabras se podría decir que Pau lo unico que hacía era, mediante el tacto de sus yemas dactilares con alguien con determinadas habilidades, tener la capacidad de realizarlas por ella misma… como la envidio…

Claro que el hecho de copiar habilidades no la convertía inmediatamente en una maestra de la habilidad que se le ocurriera, sino que le otorgaba el "poder" o la "capacidad" de hacerlo, no la experiencia.
Por ejemplo yo, estaba todo el tiempo entrenando mi magnetokinesis, por ende tenía más dominio y más "alcance" y más "fuerza" cuando lo usaba, que Paula cuando me copiaba el poder.

Aún no hemos probado qué pasaría si nos toca a todos rápidamente. Dice que tiene miedo de hacerlo. Cree que podría generarle una sobrecarga o algo así. No le gustaría acabar desmayada como Marino aquella vez…

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En fin, suficientes recuerdos. Me paro frente al almanaque que tiene un día marcado con fibrón. Estamos a comienzos de Julio del 2011 y hoy voy a hacer lo que me estuve planteando desde que me levanté esta mañana, después de soñar ese extraño sueño que tengo tan recurrentemente en estos días… en fin.

Voy a hacerlo. Ya estoy vestido, ¿A dónde estarán las llaves? Que importa, me dirijo a la puerta...

Cri-Crek

Se abre. Salgo. La tarde me envuelve.

Hoy es el día…


Hoy es el día…

Ir a capítulo 23: Basta frecuentemente una frase corta para derribar un poder._____Ir a capítulo 25: Porque puedo.

Basta frecuentemente una frase corta para derribar un poder.

La pregunta básica sería ¿la naturaleza es buena? Porque ella tenía el poder más relacionado con la naturaleza que yo hubiera conocido. Y a ella siempre la vi como a una muy buena chica. Muy correcta. Muy sabia, como la naturaleza misma…
Siempre que la miraba extendiendo su brazo hacia cualquier cosa fabricada artificialmente pensaba en esa pregunta… ¿La naturaleza es buena? 


Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

Capítulo 22

Luego del incidente en el hospital, pasadas varias semanas, Mauro había invitado a Ana a su casa, era la noche de un viernes 11 de Junio y estaban a solas.
Llovía intensamente y la tierra liberaba ese aroma casi delicioso. Hacía un frío considerable afuera.
Mauro y Ana están sentados en el sillón de planta baja.

- A ver, mirame, mirame fijo. - Le propuso Mauro.
- Perros voladores. - Dijo Ana. - Estás pensando en perros voladores.
- Bueno, ¡Genial! Ahora a ver cuánto lo mantenés! - Espetó Mauro y encendió el cronómetro de su celular al mismo tiempo que se tapaba los ojos y salía corriendo hacia la planta alta.
- ¡Pero pará chabón! ¡Hasta ahí nomás! - Reclamó Ana aún sentada en el sillón.
- ¡Acá! - Escuchó desde arriba. - ¿En qué estoy pensando?
- ¡En Dota!
- Oh ¡Puta madre! - Se quejó Mauro y trotó hacia el balcón, el punto más lejano del sillón. - ¿Y ahora?
- ¡En sexo! - Gritó Ana desde abajo.
- ¡Mierda! Bueno, esperá ahí un ratito...

Mauro esperó tres segundos más, pensó. ¿Cómo podría vencer a alguien que lee mentes? y luego, deliberadamente, pensó "No sé", lo pensó con todas sus fuerzas, y lo repetía mentalmente. "No sé, no sé, no sé, no sé, NO SÉ, NO SÉ"

- ¿Qué estoy pensando? - Gritó.
- Ehh... - Ana dubitó. - ¡En sexo de nuevo! - Arriesgó.
- ¡Jah! - Río Mauro deteniendo el cronómetro que había iniciado. - ¡47.86 segundos! ¡Menos que la última! ¡Jajaja!
- ¡Estoy cansada Mauro! - Inquirió Ana, ya la cabeza le dolía, luego de haber estado todo el día entrenando su poder.
- Guau... - Pensó Mauro, aún en la planta alta. - Ahora puedo pensar lo que se me antoje sin que puedas leerlo, siquiera... ¿No?

Ana no contestaba nada.

- ¡Estás gorda! - Pensó Mauro.

Ana seguía sin reaccionar.

- ¿Pudiste escuchar lo de recién? - Preguntó
- Ya no puedo Mauro, tengo cansada la mente.
- Ahora podría hacer algo re loco como pensar en porno o en matar a alguien o en cosas re turbias, total ya no me lee...

En ese momento Mauro gira la vista y ve el armario de su habitación. La expresión le cambió y se tornó seria.

- Vení. – Le dijo. Breve, conciso.

Ana no sabía qué querría mostrarle, lo siguió subiendo por las escaleras. Mauro estaba adentro de su habitación entreabriendo un armario, puso cara pensativa, y cerró el armario. A Ana le extrañó el cambio de actitud de Mauro.

- Primero lo primero. – Se dijo a sí mismo y, sin hacer contacto visual con ella en absoluto, se dirigió hacia la habitación de su padre, abrió la puerta ventana de vidrio corrediza que daba al balcón, entró aire helado, cerró, le dio una campera a Ana, siempre cuidando de no hacer contacto visual con ella, y abrió nuevamente, luego abrió la persiana, lo hacía todo en un silencio sepulcral como de quien está por confesar un asesinato o algo por el estilo. Las piernas le temblaban un poco, Ana no sabía si era por el frío, por miedo o por nerviosismo.
Cuando la persiana estuvo abierta de forma al que se veía claramente el exterior y la lluvia cayendo...

- Mirá Amor… - Dijo, sin mirarla. - Ahora vas a presenciar lo que puedo hacer, y por lo que me tuve que alejar de vos…  - Dijo, de espaldas a ella, mirando hacia la fría noche lluviosa.

Se llevó la mano izquierda a los ojos y los frotó ligeramente, luego extendió el brazo derecho, con la palma de la mano abierta hacia el exterior.

- Tenía miedo a lastimarte, lo practiqué un tiempo hasta que le agarré la mano… mirá…

Cr-cr-crack-¡¡¡CRAAAASHHHBROOOOOOHHHMMMMM!!!!!!

Un rayo fulminó la reja de enfrente de su casa.

Ambos se sobresaltaron.

Ir a capítulo 21: Ponte límites._____Ir a capítulo 23: Basta frecuentemente una frase corta para derribar un poder.

Ponte límites.

Capítulo 21

- ¿De dónde vienen? – Preguntó Mauro.

Era extraño, si bien era él, la ropa no era propia de Mauro. Pensé que podría ser alguien más, pero sentía una extraña sensación de él que me era familiar. La ropa le quedaba ajustada y lo hacía ver muy poco masculino, varios de los varones lo notamos…

- ¿Mauro…? – Pregunté.

- ¡Ay! ¿Por qué tienen esa cara chicos? – Respondió. (Aclaración: por cómo sonó ese “¡Ay!” todos los que creíamos que quedaba afeminado, lo confirmamos.)

Bien. Éste tipo definitivamente no era Mauro, pero entonces ¿Quién carajo era? Y ¿Por qué se le parecía tanto? ¿Podría ser acaso el hermano gemelo malvado de Mauro, del cual nunca nos habló?, ¿Podría ser un clon maléfico de Mauro? De lo único de lo que estaba seguro era de que éste no él.

- ¿Mauro?
- ¿Qué?
- ¿Cuando cumplís años?
- ¿Por qué la pregunta? Jajaja

Estaba evadiendo la respuesta. Me alarmé. Desde que teníamos superpoderes, ya pocas cosas nos sorprendían, ¿Podría ser un metamorfo? Siempre, pero SIEMPRE en los cómics de superhéroes hay supervillanos, ¿Sería éste metamorfo el nuestro? ¡¿Le habría hecho algo a mi familia?! Estaba parado en la puerta. ¿Cómo, sino, sabía dónde vivía y que nos iba a encontrar a todos nosotros allí? ¿Podía prevér el futuro como Mari?

- Escuchame, estás sólo y te tenemos rodeado, no tenés salida, ¡Decinos ya mismo quién sos! – Le exigí mientras extraía el revólver a Tadeo y lo retenía en una mano, sin apuntarle aún.

Al ver el arma se sobresaltó, dedujo que habíamos pasado por cosas serias ese día… a varios les cayó la ficha de adónde le sonaba esa voz tan familiar…

- ¿De dónde vienen?, ¿Qué les pasó? – La voz ahora sonaba más femenina y más preocupada.

La piel de “Mauro” empezó a segregar alguna especie de líquido por todos los poros de su piel formando una especie de película… y su color de piel empezó a aclararse radicalmente, el cráneo se le encogió de forma tal que ya no era para nada alargado, sino más redondeado, el pelo adoptó un largo considerable sin hablar de las pequeñas ondulaciones que se le formaban, el cuerpo se adaptó a la ropa que ahora quedaba un poco mas holgada, pero, sin duda, la metamorfosis mas fascinante se dio en el paso de una nariz a otra, ¡Eran muy distintas la inicial y la final! De una aguileña a una ñata tobogán. ¡Y los ojos! Esos sí que mutaron de un modo extraño, los ojos le lagrimearon y permanecieron bien abiertos, mirando directo hacia mí, el iris medio verde medio amarillo de Mauro se desvaneció en lo blanco de la Córnea, quedando sólo una pupila en el globo ocular, lo cual, lo admito, era bastante impactante, luego surgió de ésta, como en un giro rápido, desvaneciéndose, el marrón intenso del iris original., luego parpadeó un par de veces… la boca paso de ser la larga boca de delgados labios a encogerse un poco más y mostrar labios más carnosos.

Todos nos dimos cuenta inmediatamente de quién se trataba.

Finalmente las pecas le brotaron todas de golpe.

- ¡¡¡¡Maca!!!! – Empezamos a saludarla y a decirle que en lo único en que la hizo mal había sido el haberse puesto esa ropa.
- Sí, me dí cuenta, pero ya estaba acá cuando se me ocurrió hacerles la joda y no me podía cambiar…
- Si, se NOTABA Maca, se NOTABA.
- ¡Hey! A todo esto, ahora que lo pienso, ¿¿Dónde está Mauro? No lo veo desde que Rolo casi se mata contra el piso.
- Me dijo que se iba, se sentía medio raro… - Ana lo recordó.
- A ver, dejame probar algo – Dijo Tadeo y, quitándose de nuevo sus dedales, agarró la cabeza de Ana. Los ojos se le pusieron en blanco.

“Me siento muy raro y si venís conmigo tengo miedo de lastimarte o algo... anda con los chicos, después te cuento, ¿Si amor?” y la besó en la misma frente que ahora Tadeo estaba precognisciendo.

- ¡Hey! ¡Eso es invasión a la privacidad! - Exclamó Ana mientras tiraba hacia atrás la cabeza.
- ¡Bue! ¡Habló la que respeta privacidades!
- ¡Pero yo por lo menos soy sutil!
- Jajajajajaja
- Bueno gente lo mejor va a ser que entremos y sigamos charlando adentro, pueden seguirnos o algo. - Sugerí.

Nos metimos en mi casa y Tadeo nos contó lo que vio en el arma que, por cierto, aún permanecía en el bolsillo de su buzo.

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El poder está en tus manos, los límites te los pones vos…

Capítulo 20
{Narrado por Santiago}

Pleno verano. No se que motivo había llevado a eso, seguramente una pelotudez como siempre, pero ahí nos encontrábamos con mi hermano discutiendo. Estábamos solos en casa, mis viejos se habían ido al campo con unos tíos y mi hermana, y los dos nos hicimos los giles. Él con sus típicas respuestas que me incineran la sangre, haciendo o dejando de hacer cosas solo para hacerme la contra. Pero esa pelea tenia algo diferente. Tengo las costumbre de que, cuanto la ira me invade, busco algo sólido e inanimado para desquitarme, cualquier cosa que no sea la cara del que me hizo enojar. Mucha fue mi sorpresa de que cuando golpee con todo lo que tenía la pared de mi habitación, un pedazo de ella salio despedido. Aproximadamente un metro cuadrado de ladrillo y cemento, que cayó con dureza en el patio (afortunadamente no rompió nada… ni a nadie, pero sí que dejó su marca en el pasto) dejando un gran hueco en mi pared...

Mi sorpresa fue inmediata, mi cabeza pensó varias respuestas, cada una más ilógica que la anterior, pero mi vista se oscureció de pronto, y me desmayé victima de un cansancio repentino.
Cuando abrí los ojos me encontré con mi hermano, con un vaso de plástico grande vacío, y mi cara muy mojada. Me ayudo a sentarme, y me empezó a interrogar sobre lo que había hecho. No le di mucha bola a las preguntas, solo mire el hueco en mi pared.

Me logre parar al rato, pero seguía con el cuerpo muy cansado, como si hubiese corrido por una hora. Fui al patio e intente levantar el bloque…

No podía ni moverlo.

Cuando llegaron mis viejos y vieron lo que había pasado, me preguntaron si estaba lastimado, si la mano me dolía o algo, como les dije que no me pasaba nada, procedieron con la cagada a pedos. -.-

Al día siguiente llamaron a los albañiles para que revisasen la calidad de la pared, como nos habíamos mudado hacia un par de años, podía ser un error de construcción. No encontraron nada, y taparon el terrible hueco.

Pase dos noches sin dormir, intentado explicar qué pasó, mi fuerza no podía hacer eso ni por casualidad, tenia que ser algo más. Me vino a la mente la serie avatar, la tierra-control, la idea no se fue de mi mente, y me dormí pensando en ella.

En la mañana me fui al patio con la idea de poder mover la tierra. Mire fijamente una piedra durante 30 min...
Nada.  -.-

Entonces intente repetir la escena con la pared, y golpee el piso…
Me lastimé la mano. -.-

Ya enojado con mi fracaso lo golpee de nuevo para desquitarme, pero esta vez mi brazo se hundió hasta cubrirme el bíceps, justo antes de llegar al hombro. Me espante e intente sacarlo, 20 minutos de forcejeo me demostraron que mi método no funcionaba. Intente algo más inteligente, me tranquilice, y lentamente intente mover todo hacia fuera, no solo mi brazo. Mi idea funcionó, saque el brazo y, junto con el, un bloque de tierra de 1,2 m de alto. Practiqué un poco más con las nueva “mesita” que había creado. Parecía ser algo similar a la tierra-control, pero incluía un esfuerzo muscular. Mover la tierra incluía que mi cuerpo estuviese a 2 metros de lo que quería mover y simular que la estaba levantando.

O sea, hacía el movimiento, como si la moviese con las manos, pero en el aire. Siguiendo a mi cuerpo, la parte de tierra que quería mover, se movía. Pero me cansaba demasiado, unos momentos de práctica me dejaron tirado en el piso sin moverme durante un rato. Estaba ligado a un esfuerzo físico de mi cuerpo, no uno mental, y, por lo visto, si estaba enojado se amplificaba.

A la tarde me fui a dos cuadras de mi casa, un terreno grande, donde construyen desde hace años un barrio “hogar clase media”. No podía practicar en mi casa, porque durante la mañana había destruido una buena parte del patio que mi viejo tanto adora. -.-
La construcción estaba congelada desde el 2009, por lo que no había nada que pudiese romper…

Bueno, cosas que se rompen hay en todos lados :P

No había nadie a quien pudiera lastimar. Practiqué con movimientos más grandes, pero mi alcance era sólo de dos metros, era similar a una burbuja de dos metros de radio, con mi cuerpo como centro. Si la controlaba al lado mío, la tierra podía ir a 2 metros en alto o en profundo, pero si lo hacia a 2 metros de mi cuerpo, solo la podía elevar y hundir un par de centímetros. Si levantaba una piedra pequeña, solo la podía manipular en esa zona, pero si la disparaba y salía de ella, perdía el control. Quizás con más práctica iba a mejorar el tamaño del la zona y el esfuerzo iba a ser menor, pero eso iba a tener que esperar, ya que descubrir lo de el “área de control” me había dejado agotado y sin moverme… en medio de un terreno baldío gigante y ya estaba oscureciendo. Mientras el cansancio me ganaba y me desvanecía, pensaba en que me iba a doler todo al día siguiente por dormir en el piso, que mis viejos me iban a matar por no aparecer durante toda la noche y que tenía ¡¡¡¡¡¡Tierra-control!!!!! :D

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lunes, 22 de noviembre de 2010

El poder es un camino que se bifurca entre el deber y el querer...

Capítulo 19

Me termino de preparar y salgo a la calle, mientras camino hacia la parada del colectivo sigo recordando lo que sucedió después...

Recuerdo que mientras Tadeo usaba su poder en cualquier objeto, los ojos se le ponían en blanco y agachaba un poco la cabeza.
Cuando tocó ésa arma vio coimas, vio balas matando gente desarmada, oyó gritos agónicos siendo callados con fuego. Escuchó el asqueroso tono de la mentira… “Decile a la prensa que los encontramos así, ¿Estamos?”…

Despertó de su trance con demasiada ira y sin decir nada lo reflejó en la mirada que le dedicó al oficial…

La llovizna que entraba a toda velocidad se combinó con la tierra que ahora se levantaba de las macetas del lugar y empezó a salpicar curiosamente a los guardias y no a nosotros, ensuciando sus ropas (incrustándose con mayor fuerza en los ojos del oficial) y permitiéndole apenas respirar entre medio del lodo que se le quería meter por todo orifcio que tuviese su cara…

Entraron David y Natalia corriendo. Sus cabellos meneandose con el viento hacían de aquella escena algo muy… “comercial”.

- ¡Nos vamos de acá! – Gritó David en medio del caos que se generaba con toda la habitación siendo azotada por el viento lodoso.

Ante tanto caos Marino abrió los ojos, apenas si se podía mover, inmediatamente Santiago lo levantó, lo cargó sobre un hombro y comenzó a trotar…

Ulises encontró vendajes, curitas de tamaño super grande, desinfectante y algodón y se asistió, la sangre era bastante pero el corte no era letal.
Se sintió bastante más aliviado y salió nuevamente…

Al hacerlo no entendió nada de lo que vio. Sólo entendió que debía correr… y rápido.

- ¿Qué pasó chabón? - Inquirió Ulises.

Comenzó a trotar pero el oficial, a ciegas, gracias al sonido de su voz, lo alcanzó y se aferró a su pierna derecha.
Ulises nunca había intentado lo que estaba por hacer pero aún así, dadas las circunstancias, lo intentó…

¡¡¡Splooooorrrrccchhhh!!!

¡Lo había logrado! Tornar su pierna en algo viscoso le permitió zafarse con facilidad de las manos del oficial. Le dio un poco de asco verse la pierna en ese estado gelatinoso y el resto de su cuerpo no.

Aylén entró por él único chico que no había salido aún y vio como el oficial manchadísimo en barro se levantaba nuevamente y tomaba carrera persiguiéndolo, guiándose por sus oídos pues no podía abrir los ojos.

El oficial se abalanzó contra él.

Por suerte Aylén lo vio venir y generó uno de sus tantos campos de fuerza, los cuales ya venía entrenando y practicando desde ya hacía rato. Hizo básicamente un "muro de fuerza" que hizo que el oficial chocase fuertemente contra él y cayera de espaldas al piso.

Ésto le dio tiempo a Ulises y pudieron salir.
 En cuanto a los otros guardias: Jorge había huido en cuanto vio cómo me apoderé del arma del oficial, y Petrelli se había quedado sentado en el piso en la misma posición en la que había caído con la ráfaga de barro, era consciente de nuestro poder y de nuestro potencial y de que no podría detenernos por sí solo, posiblemente sintió miedo…
Corrimos, huimos hacia mi casa. Pensamos en irnos por otro camino pero Tatiana afirmaba que no estaban siguiéndonos así que a mitad de camino relajamos un poco el paso, recuerdo sentir la adrenalina corriéndome por dentro…
Marino se recompuso y logró caminar por sí sólo, le agradecí por haberme llevado tan rápido al hospital. Había fascinación y excitación en el aire…

Antes de llegar encontramos a un varón adolescente, de tez algo morena, aunque no muy oscura, tenía la cara un poco alargada y la ropa que traía le quedaba algo ajustada para su espalda…

Sonrió al vernos llegar…

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- ¡Y de golpe!, ¡Como un relámpago!, ¡El pibe éste le arrebató el revólver con sus poderes mentales telequinéticos! Yo no lo podía creer, ¡Imaginate! Encima después se abrieron las puertas y desde donde me había escondido vi como entraba viento y barro ¡Y a los pibes éstos no los ensuciaba! ¡No los ensuciaba! ¡¿Me entendés?!
- Jorge, estás seguro de que no tomast…
- ¡Pero no! ¡Te digo que no! ¡Te lo puedo jurar!
- Bue… me cuesta creerte, te soy sincero.
- No me creas y ya vas a ver, ¡Tenían razón! Tenían razón todas esas profecías y cosas del 2012 que decían qu…
- ¡Jorge! en serio me estás asustando asi que si es una joda….
- Yo no las quería creer pero éstos chicos deben ser… ¡Deben ser ángeles que vienen a marcar a los pecadores!
- ¿De qué carajo me hablás Jorg…?
- ¡¡Si!! ¡Si! Porque bien que lo marcaron con barro al oficial ése, como era, ¡Méndez! si... yo escuché rumores de que Méndez tenía las manos sucias… por eso lo marcaron… por eso lo marcaron…

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¿Qué es el poder?

Capítulo 17

Mariana permaneció quieta por unos segundos, no sabía qué hacer, cómo actúar, no sabía si debía generar una paradoja o no, ¿Podía acaso generarla en ese momento? entendía poco, ésta vez su intelecto encontraba límites, dubitó, no sabía tampoco con precisión dentro de cuanto tiempo se concretaría la horrible predicción que había tenido. Y ninguna de las que había presenciado, desde que había descubierto que tenía ese poder, habían quedado sin concretarse...

El oficial me vio llegar con Marino a cuestas y sus ojos empezaron a emanar odio.

Ulises nos vio, - Son unos enfermos – pensó - ¿Por qué no pueden esperar hasta que les den de alta y se puedan ir civilizadamente? Hacen todo a los ponchazos.

En el aire se sintió ese odio silencioso que estaba germinando entre ellos y nosotros…

- Bueno che - Dijo Ulises - Creo que surgió un malentendido, por qué no lo charla…
- Calláte la boca vos, ¿Eh? Que bien que te hiciste el boludo para distraerme y que estos dos pelotudos se piren a la mierda, ¿No?

Ulises se quedó en silencio, no sabía cómo responder a eso.

- ¿Sabés qué pasa Ulises? Que nos quieren mantener encerrados acá adentro, como si fueramos presos, no tenemos nada malo, yo me siento perfecto, pero aún así cerraron la puerta de la habitación con llave. - Dije.

El oficial me miró, su bronca aumentaba.

- ¿Por qué los querés encerrar? – dijo Ulises con aspecto más serio ahora.
- Pero pendejo de m…
- Mire, mejor va a ser que nos vayamos por las buenas, ¿Sí? – Espetó Santiago.
- No me obliguen a mí a tener que hacerlos quedar por las malas. - Dijo en tono fuerte el oficial y se abrió un poco el saco para mostrarnos el revolver que tenía enfundado.

Y en ese momento no pude contener la risa, por favor, nosotros controlabamos tierra, agua, metal, leíamos mentes, y éste tipo ahora se venía a hacer el copado con un simple chumbo.

¡Pffffff!

Exhalé una carcajada reprimida y después traté de reírme lo menos posible. Y empecé a caer en la cuenta de que ya eran varias las personas que se paraban para alejarse de nosotros en la sala de espera, e incluso había varios otros que se acercaban para ver la discusión de cerca.

- ¿De qué mierda te reís? – Me preguntó. Ya se estaba sacando. – Vos, macho - Señaló a Petrelli - Llevalos a estos dos arriba.

Petrelli actuó mecánicamente y se dirigió hacia mi.

- Ni lo toques. – Espetó Santiago.

Petrelli hizo oídos sordos.
Santiago se abalanzó contra él y lo empujó.

- Bueno ya me tienen las pelotas llenas, nadie se mueve de acá, ¿Entendido? - Gritoneó el oficial mientras desenfundaba y apuntaba hacia nosotros. Mariana sintió como las rodillas le temblaban.
- ¡Ya me tienen los huevos llenos! ¡Se van ustedes dos arriba y el resto se alza a la bosta ya mismo! – Exclamó el oficial sacando el arma y revoléandola por el aire.
- Bueeee, se enojó el cobani... - Dijo Ulises

El oficial lo vio con desprecio.

- ¿Vas a hacer algo aparte de ponerte la gorra, yuta? ¿O así metiendo miedo con el chumbo en un hospital ya te tienen el suficiente miedo y hacés que te obedezcan? ¿Que te pasa, pelotudo? – Dijo Ulises mientras se le acercaba a él.

¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!

El oficial tiró tres tiros al techo, claramente intentando intimidar a Ulises. Fue una estrategia totalmente inútil.

- Paráaaa, ¡Bestia! que los enfermos y los internados necesitan silencio, ¡Che botón! - Espetó Ulises mientras seguía avanzando hacia él.
- Escuchame pibe, ya tengo derecho legal para encajarte un tiro en la rótula así que no te hagás el gil, ¿Eh? - El oficial no pestañeó.
- ¿A ver? ¡Dale! - Ulises lo miro con aire cómico, sabía que no era cierto.

Y de pronto fue un solo movimiento mecánico, como estiró el brazo, el fuego que surgió del arma…

¡BANG!

Mariana se estremeció aún más… tuvo otro flash y vio una mano ensangrentada, la presión aumentaba.
Yo intenté desviar la bala pero aún así no fue suficiente.

¡¡Splooorchhh!! (¡AH!) ¡¡Crashh!!

El vidrio detrás de Ulises se había rajado y retenía a la bala con un poco de sangre…

La expresión en la cara de Ulises decía que las cosas no habían resultado como él había planeado… se llevó la mano hacia el costado del abdomen mientras aumentaba nuevamente su consistencia…

- ¡Suban los tres, Carajo! ¡Ya! ¡Ahora el hospital tiene un paciente nuevo! – El oficial ya estaba fuera de sí. – ¡¡Suban todos ya o cobra su amiga!!! – Le apuntó a Mariana.

 Ana miró al oficial y sintió que su consciente ya no hablaba, ya no armaba frases, estaba totalmente impulsivo, sólo escuchaba sonidos inconexos y deformados.
Nadie se movió, más por el shock que por otra cosa, creo que el oficial interpretó eso como una negativa a su orden….
Hubo pocos milisegundos, todo fue instinto, impulso, Mariana se tapó la cara con los brazos…

¡BANG!

=============================================

En una habitación oscura se abre una puerta, entra una persona y cierra la puerta, no se distingue nada, abre una ventana, no prende la luz, quiere un segundo de respiro, se escuchan sonidos de tela, como si busara algo en sus bolsillos…

Click.

Se enciende una llamita, como de un encendedor, la llama se alarga y se ondula, se menea, se estira hacia un costado y enciende algo, es un cigarrillo, el fuego se menea nuevamente y se normaliza de golpe.

Click.

El humo sale por la ventana.



– abrió un poco el saco y nos mostró el arma enfundada.

Aunque la situación era seria no pude evitar reírme un poso por los bajo.

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Capacidad de cambiar la realidad...

Capítulo 18

Mariana se sintió desfallecer…
No veía nada, había cerrado los ojos y los habia tapado con su brazos, su corazón dio un vuelco.
Estaba muerta…

- Si ésta es la muerte no duele tanto como parece - Pensó. Seguía escuchando los sonidos de los demás, escuchando a muchas personas que salían corriendo despavoridas. No sabía si sacar los brazos para ver o no… ¿Era éste otro flash confuso o estaba muerta?, sacó los brazos del frente de su rostro y nos vio.

¿Estaba muerta?

En ese momento cayó un pedazo de mampostería del techo. Sólo quedábamos en el salón Petrelli, el oficial, mis amigos y yo. Todos, salvo Ana y yo levantaron levemente la vista para comprobar que, efectivamente, el disparo había impactado contra el techo y había desprendido un pedacito…

Mariana vio a Ulises mirándose la mano ensangrentada, era poca sangre, la bala sólo lo había rozado, pero necesitaba, cuanto menos, un vendaje o algo, aunque la herida no era letal en absoluto. Aún así ¿Qué tan difícil sería conseguir cura en un hospital?

El oficial estaba desarmado, atónito y, yo supuse, seguramente arrepentido. Casi le quita la vida a una chica, tomándola de rehén, prácticamente, eso no fue nada honorable de un hombre de ley…
Miró con fastidio que yo había atrapado el arma y ahora estaba en mis manos.

- Tomá… – Se la pasé a Tadeo.

Ni bien la recibió se quitó unos dedales extraños que tenía en el índice y el mayor de la mano izquierda pues con esa era en la cual había entrenado su poder con más fuerza. Presionó las yemas de dichos dedos contra el mango del arma, ya había probado de hacer esto y lo había logrado con éxito variadas veces… sintió una sensación parecida a la que sentía Paula, electricidad corriéndole por todo el cuerpo…

- Vámonos. - Dijo Aylén.
- Vamos nomás…
- ¿Eh? ¡No! ¡Vos! ¡Petrelli! Como mierda sea que te llames, ¡Tirales, boludo! - Reclamó el oficial
-…

Petrelli nos miró, tenía enfundada una de esas pistolas que tienen algunos policías que están de guardia, podría haberla sacado pero no creo que quisiera dispararnos, acababa de ver lo que había pasado.
Además, Petrelli pensaba, o al menos eso dio a entender al no usar su arma.
Sin embargo se interpuso entre nosotros y  y al no interponerse entre nosotros y la salida de la sala de espera…

Pensé en mirarlo fijamente, intentando intimidarlo, pero luego pensé en las magnitudes del hombre, era inmenso. Estiré el brazo para arrebatarle a él también su arma cuando...

¡¡¡TUMP-TAAA!!!

De pronto la puerta de entrada principal se abrió de par en par, no se podía ver desde donde nosotros estábamos pero probablemente se escuchó en todo el hospital, un viento muy fuerte empezó a correr a través de los pasillos hasta llegar a nosotros, un segundo más tarde el viento se convirtió en una especie de llovizna. Alguien poderoso se aproximaba…

Todos voltearon hacia el pasillo de donde provenía el viento, Ulises aprovechó esto para entrar en una sala y buscar un botiquín para atender su herida…

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Entre tanto recuerdo y otro recuerdo, ahora me termino de vestir, miro al calendario y pienso que hoy es el día, hoy y sólo hoy. Hoy es ese sábado que marqué con fibrón en el calendario y es como si en mi cabeza no fuera un sólo Rolo, sino dos, que están discutiendo por lo que planeo hacer…

Rolo 1: - ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?
Rolo 2: - No, pero aún así, ya no tiene sentido todo esto…
Rolo 1: - Pensalo bien, no seas boludo, no te mandes cagadas…
Rolo 2: - ¿Querés hacer el favor de callarte?
Rolo 1: - ¿No pensaste que tal vez ese chico, el de los sueños recurrentes, sos vos?, o el del ataúd...
Rolo 2: - En definitiva, viva o muera, tengo que hacerlo. Por algo elegimos este traje, y de éste color...
Rolo 1: - No lo elegimos para ésto, lo elegimos como protesta porque todo héroe está destinado a morir.
Rolo 2: - Y también lo elegimos para intimidar y porque se camufla mejor en la oscuridad...
Rolo 1: - Vas a terminar muy mal si hacés esto...
Rolo 2: - Tal vez… Pero igualmente tengo que hacerlo...

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Y de todos los que hay se termina en el peor de todos...

Capítulo 16

El oficial se acercó despacio y con la mirada fija en nosotros, como si hubiésemos hecho algo malo.

- ¿Por qué abrieron ésta cerradura chicos? Metete para adentro vos. - Me empujó con fuerza y cerró de un portazo, no sabía a lo que se enfrentaba…
- ¿Por qué no podríamos abrirla acaso? - Espetó Santiago. Si bien notaba a simple vista que era un oficial, no llevaba ni nombre ni cargo en la camisa. Pero logró divisar la funda de cuero de un arma.
- ¿Ustedes son los amigos de éstos chicos? – Dijo el oficial mirando con algo de bronca al adolescente que se atrevió a responderle…

Los miraba fijo, yo pensé que no tendría mucho sentido iniciar una discusión, podría terminar en confrontación y de la forma en que se encontraba Marino no era conveniente eso, tendríamos que huir y no creía que fuera nada fácil con un desmayado en brazos.
Me asomé por la ventanita cuadradita de la puerta, a la cual el oficial le daba la espalda, y les hice señas a mis amigos para que se lo llevasen a otro lado.
Ana me miró y me oyó sin que yo tuviese siquiera que mover los labios…

- Llévenselo lejos de acá, ya sabe demasiado. Tenemos que irnos sin dejar rastros.

Y me asintió con la mirada, sin que el oficial se percatase.

- Disculpe oficial - interrumpió Ana con total tono de arrepentimiento y vergüenza. – No sabíamos que no debíamos visitarlos, entiendo que nos sobrepasamos, pero queríamos saber que estaban bien...  – Y lo miró a los ojos. Estableció conexión con su mente.
- Menos mal, por fin una que entiende, no como el pelafustán éste que se me hace el gallito… - Dijo mentalmente él mientras miraba los ojos color miel de Ana.
- Vamos para la sala de espera. – Dijo en un tono autoritario - A ver si así evito que fuercen la cerradura de nuevo – Pensó y se aseguró de que la puerta estaba perfectamente cerrada, y me vio con rudeza.
- Aguantá acá vos- Me dijo.

Se fueron, luego de que estuviesen lo suficientemente lejos, levanté a Marino en brazos y abrí la puerta, salimos, siempre mirando a todos lados, caminaba lo más rápido que podía, sabía que si corría no iba a aguantar mucho, no quería bajar por las mismas escaleras que ellos, así que me fui por el pasillo buscando otra salida, encontré rápidamente otras escaleras, no había nadie en los pasillos, era el momento perfecto, bajé muy despacio, siempre alerta, vi montones de incubadoras en salas diversas… evité a algún que otro doctor antes de que pudiera decirme nada, todo eso en menos de dos minutos…

Mientras tanto los chicos en la sala de espera escuchaban lo que decía el oficial.

- ¿Saben que es lo que falta hoy en día en este país? Disciplina. Y ustedes son la prueba pura de eso, no se puede entrar a un lugar sin permiso ni autorización y violando las normas que toda la sociedad…

Decía demasiadas cosas, el clásico sermón moral…
Tatiana se sentó mirando hacia donde yo iba caminando y le costó bastantes esfuerzos mantener la vista enfocada en Marino y en mí…

Yo no doblaba una cornisa sin antes revisar… hasta que vi el cartelito de salida y me desesperé, había un guardia y me vio. Creo que si en ese momento me frenaba y le daba una buena excusa, me hubiera dejado salir, pero invadido por el pánico, dí media vuelta y empecé a trotar hacia la sala de espera de la planta baja, donde estaban los chicos y el oficial. Escuché que el guardia corría detrás de mí…
Tatiana se levantó de un salto interrumpiendo la "interesantísima"charla del oficial, todos se pararon y vieron hacia dónde se dirigía. Iba para la salida…

¡Mierda mierda mierda! El guardia que me perseguía había sacado el interlocutor, esa era una de esas cosas que en casos como ésos no debían pasar…

- Petrelli, ¿Me copiás? – Escuché.
- Si, Jorge qu… -

¡¡¡CRASHH!!!

Sin darme vuelta se lo destrocé contra una pared. Carajo, las cosas no parecían tener un final diplomático.
Llegué con mis últimos esfuerzos a la sala de espera y dejé medio bruscamente a Marino en el piso. Ahora todos estábamos parados y al acecho. Por otro pasillo se aproximaba Petrelli. El tipo medía dos metros de alto...

y de ancho...

Mariana en ese instante tuvo otro flash confuso y alcanzó a ver un revólver apuntándole que...

¡BANG!

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Siempre hay otro camino...

Capítulo 15

Era una noche Fría y Húmeda en Córdoba. Ya había pasado la medianoche y la calle estaba en perfecta calma, excepto una Hermosa mujer, que estaba dentro de un auto con vidrios polarizados.

- Habla Kira, el objetivo no salió de su casa por 3 días, ¿Procedo a infiltrarme?
- ¿Hay alguien que te pueda ver?- dijo una voz distorsionada.
- No, estoy sola, nada se movió desde que llegué, ¿Estás seguro de lo que me decís?
- Si, y no hagas preguntas. Intenta meterte por la puerta principal... - Finalizó.

Porque a veces no queda otro camino...

Capítulo 14

Teníao que sacar a Marino de ahí y avisarle a los otros que ya alguien más sabía de nuestros poderes. Y que nos trataron de encerrar ahí. Me acerqué caminando ya un poco más animoso hacia la puerta, Era muy raro, ya lo había asimilado, era como levantar un brazo, mover un dedo, sacar la lengua… algo muy sencillo que aún no perdía su gracia… como abrir una puerta cerrada con llave…

¡Critap!

Destrabé la puerta y lentamente, me fui asomando. La puerta tenía una de esas ventanitas cuadraditas en el centro que te permiten ver a los internados cuando estás desde el lado de afuera. Al asomarme miré hacia el pasillo de mi izquierda, pues inmediatamente hacia la derecha sólo había una pared.

Salió desde otra puerta un hombre adulto, pelo rubio oscuro o castaño claro, como quieran… con saco marrón y camisa. Alto y corpulento, como fornido. Apenas salió dio media vuelta y mirando de nuevo hacia la habitación desde donde había salido:

- ¡Oiga…!
- ¿Sí? - Escuché de nuevo a la enfermera.
- De esto… - E hizo un gesto con la mano, cerrando los dedos índice y pulgar y deslizándolo por los labios.

En ese momento, ¡El tipo se giró justo en dirección hacia donde yo estaba asomado! y ¡¡¡¡Ahhh…!!!! Me escondí rápido, ¡Casi me vió! ¡¡¡Aahhh…!!!

- ¿Qué pasa? - Escuché de nuevo la voz de la chica.
- Nada, deje, pero de esto ni una palabra a nadie, ¿Me oyó?
- Si, si le oí, le oí...
- Bien y no le permite...
- EL ACCESO A NINGUNA VISITA.
- Exacto.
- Bueno, adiós señorita, que ande bien…
- Adiós oficial…

- ¿¿Eh?? ¿Qué carajo? ¡Es un oficial! - Pensé. Y luego escuché sus pisadas acercándose.

Tep… tep… tep…

¡Viene para acá y me va a ver despierto…!
Corrí, me metí en la cama y me hice el gil rápidamente…

Tep…tep..

¡Huy! ¡Cierto! ¡La puerta! Me estiré, bah, era como estirar un brazo…

Crick…

Tep… tep… TEP… TEP…

¿Y si abre? ¿Qué va a hacer? Nada… tranquilo… se va a ir…

TEP… TEP… tep… tep… tep… tep…

Ufff.... ¡Menos mal!

tep.. ¡tep!... ¡¡tep!!... ¡¡¡Tep!!!... ¡¡¡TEP!!! ¡¡¡¡TEP!!!!...

¿Qué carajo? ¡Volvía corriendo! Cerré los ojos esperando que no viniera hacia ésta habitación, pero, ¡Los pasos se frenaron justo en frente de la puerta!…

Toc, toc toc…

- ¿Por qué está Marino en una camilla al lado de Rolo? – Planteó Ana, desde la puerta.

Abrí los ojos, me levanté y los vi… ¡Eran los chicos que acababan de subir a toda prisa!

- Vamos a tener problemas con la ley - se dijo Mariana, sin que nadie la escuche nuevamente, mientras terminaba de subir las escaleras y miró al oficial que se había detenido antes de empezar a bajarlas.
El poder de Mariana era algo más complejo, estaba acostumbrándose a él pero aún no se animaba a probar generar paradojas que incluyeran a otras personas. Era extraño pero simple a la vez, como el de todos supongo…
Y cada vez ganaba más tiempo, por ese entonces su tiempo máximo había rondado por los cinco minutos, más o menos, o al menos eso me dijo luego.

Abrí rápidamente la puerta y les sonreí… ¡Qué agrado que fue verlos de nuevo! Los abracé.

Y justo en ese momento, por sobre el hombro de Santiago pude ver al oficial, que desde la escalera detrás de ellos, había girado la cabeza y acababa de descubrirme…

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A veces rompemos reglas por buscar lo que queremos.

Capítulo 13

¡Cri-Critap!

Cerraron la puerta con llave. Nos encerraron, sí, así de loco como suena, nos aprisionaron en una habitación de hospital.
¡Pero por suerte había una ventana! ¿Qué clase de idiotas se creían que eramos?
Me paré, ¡Bah! Mejor dicho intenté pararme…

¡¡¡Auchh…!!!

Me dolía muy mucho la espalda porque, aclaro, me caí de espaldas al barro/tierra/lodo que habían armado Santiago y Natalia para mí… ¿Qué tendrá mi espalda con caer antes que yo?

Bueno, noté que no sabían que yo controlaba el metal, porque cerraron la puerta con una cerradura metálica. ¿Por qué rayos lo sabrían?, me pregunté, después de todo no se lo había dicho a casi nadie excepto mis amigos.
Intenté pararme de nuevo…

Auugghhh

Pero esta vez sí lo logré, caminé por la habitación, la observé, siempre observo los lugares nuevos. Fui hacia la ventana, (era de las clásicas con dos vidrios verticales que se desplazan hacia los lados. Tenía una persiana además, pero estaba abierta.) Antes de llegar a ella intenté desplazarla, estaba trabada, intenté destrabarla…

Malditas trabas baratas de plástico.

Caminando dolorosamente, llegué hasta la ventana., la destrabé y la abrí manualmente, En ese momento me dí cuenta de que tenía puesta ropa de hospital, de esa que se te vuela fácil y se te ve todo, parecía que me habían bañado y me cambiaron en un estado de semiconsciencia… a Marino no lo cambiaron…

Me asomé por la ventana. Estabamos en el primer piso del hospital y veía lo que sería ¿El patio?
Estabamos en la última habitación de la izquierda, mirando para el patio.
Debía despertar a Marino…

Mientras tanto los chicos entraban al hospital…

- Disculpe – Espetó Santiago con su toque de diplomacia al hablar, pero denotando cierta desesperación por el “haberme matado” – Recién vino un chico trayendo a otro desmayado, ¿Me puede decir en qué habitación lo dejaron?. - Le sorprendía no encontrar a Marino esperándolos o algo así.

La recepcionista lo miró fijo, como quien es descubierto con las manos en la masa, y respondió.

- No vino nadie, disculpen chicos…
- Están arriba – susurró Mariana para sus adentros.
- ¿Qué Mari? - Preguntó David, quien no había logrado escucharla aún estando al lado de ella.

Natalia observando el elevado número de personas que se encontraban allí en ese momento le propuso ir fuera. David compartió la idea inmediatamente y Paula los siguió. Ésta última, mientras se dirigía fuera, recordó que ignoraba el poder de Tatiana, así que decidió dedicarle un roce de manos simple, callado.
Se retiraron.
Tatiana le tocó el hombro a Santiago.

– Están arriba, Echó.- Dijo.

Santiago le dedicó una mirada de desdén a la recepcionista y comenzaron a caminar hacia la escalera. La recepcionista los amenazó diciendo que llamaría a seguridad. Ninguno le llevó el apunte. Que llamara a quien quisiera, a fin de cuentas ellos no estaban haciendo nada malo…

De vuelta en la habitación.

Mmm… podría haber despertado a Marino y abierto la puerta fácilmente para que nos vayamos de allí, pero, lógico, no querían que nos fueramos, y si nos veían caminando por ahí, nos iban a agarrar…

Además de que Marino no debía de tener mucha fuerza, como para teletransportarnos fuera.

A todo esto, ¿Dónde estarían el resto de los chicos?

Ir a Capítulo 12:No somos libres, estamos presos de buscar lo que queremos.__________Ir a Capítulo 14: Porque a veces no queda otro camino...

No somos libres, estamos presos de buscar lo que queremos.

Capítulo 12



Había una enfermera caminando por una sala de espera, el pasillo era un lugar solitario y silencioso, yo creo que ella sólo escuchaba sus propios pasos, y cuando estaba por entrar por unas puertas blancas...

¡¡¡T-Paffffff!!!

Aparecimos en la sala de espera.

La enfermera se dió vuelta y vió a un adolescente parado al lado de otro que estaba tirado en el piso, lleno de barro, que parecía inconsciente.

Inmediatamente Marino, que estaba de pie, cayó seco al piso, inconsciente también… La enfermera grita. Primero porque seguramente no entiende cómo llegaron allí dos personas tan rápido, segundo porque no entiende por qué se desmayaron y tercero, claramente, para que sean asistidos.

(…)

… Cuando sienta miedo del silencio…
… Cuando cueste mantenerse en pie…
… Cuando se revelen los recuerdos…
… Y me pongan contra la pared…

Cofff, caaff…  tosí.

… Resistiré…
… Resistiré…

Me desperté pero continuaba con los ojos cerrados.

- ¿Éste es? - Escuché una voz masculina grave.
- Si, este y el otro, aquel…- Respondió la enfermera con la que nos topamos.
- Gracias, señorita, vamos a necesitar que se le niegue el acceso a toda visita a la sala.
- Si, si, si, como usted diga, nada de visitas
- Los vamos a tener acá hasta nuevo aviso, ¿Sabe? Denle todos los servicios pero de acá no se mueven, ¿Estamos?
- Entiendo.

Empezaron a alejarse…

- Y hablando de esto vamos yendo ya…
- ¿Yo no tengo que dar más datos, nada?
- Y.. mire…

T-pack.

Se cerró una puerta.

En ese momento abrí los ojos, estaba en una habitación blanca y dentro de todo bastante pequeña, blanca lisa y fría, como toda habitación de hospital, se podía oler ese clásico olor a medicamentos.

En una camilla al lado de la mía estaba Marino dormido o desmayado, nunca supe bien.

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En realidad la verdad sí llega, pero no lo que nosotros deseamos.

Capítulo 11

En ese momento miré hacia arriba, al cielo, y vi la imagen borrosa y temblorosa. Uno a uno fueron apareciendo mis amigos al borde del foso… faltaba alguien… todos movían la boca y se movían como desesperados mirando hacia mi… veía borroso… no escuchaba nada… sólo un zumbido leve…

Caí como cae una gota…

Caí como cae una lágrima de un niño mirando un ataúd…

"A cada paso que das, estás un paso más cerca de la muerte." escuché decir alguna vez…

Pero aún así esos pasos serán tu vida….

La vida tiene un único precio….

La muerte…

Uno decide si vale la pena o no…



La vida es el enigma más confuso que conocerás en tu vida.

En ese momento me desvanecí y no vi más.



Valió la pena…

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Se agacharon, me sacaron del foso con sus propias manos, con sus propios brazos, no usaron superpoderes para extraer mi cuerpo de allí…

Y yo no respiraba…

Pensaron en cuál sería la forma más rápida de llegar a un hospital. El Hospital Neonatal quedaba bastante cerca. Marino se abrazó a mi cuerpo y cerró los ojos con fuerza…

¡T-Paffff!

Algunos empezaron a trotar hacia el hospital.

Otros caminaban, sabiendo que poco era lo que quedaba por hacer…

Cuando nadie la veía, Mariana se dio el lujo de reírse por lo bajo…

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Eso no es cierto! algunas no llegan jamás!

Capítulo 10

- ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHH!!!!! -

No había metal cerca… ¡No había nada de metal cerca! ¡¡Oh geniallll!! ¡¡¡Esto iba a dolerme realmente!!!

Marino pensó en teletransportarse, atraparme en el aire y luego teletransportarse de nuevo abajo, pero dedujo que la misma inercia me mataría…

David empezó a mover el aire que estaba debajo de mí hacia arriba… El aire comenzó a intentar levantarme… pero aún así seguía cayendo con gran fuerza… fue realmente extraño estar cayendo cuando el viento va hacia ARRIBA.

Santiago miró a Natalia y le hizo un gesto afirmativo. Luego de eso la tierra donde iba a caer se llenó de agua formando un barro lodoso.
A Ana y a Paula se le dilataron las pupilas.
La mirada de Mariana permaneció indiferente.
Paula y Ana se agarraron los brazos una a otra.

Paula sintió ese chispazo de nuevo y esa extraña sensación otra vez… parecida a electricidad que le recorría todo el cuerpo y, de pronto…

¡¡¡¡¡Slparrrtchhh!!!!!

Me hundí en el suelo. Hacía un frío terrible por cierto.

Paula escuchó confusamente la voz de Ana, como entrecortada, como borrosa, pero Ana no estaba moviendo los labios, sólo estaba pensando…

- ¡NO! ¡Dios! ¡Se mató! ¡Rolo se mató!

Podía oír lo que ella estaba pensando.
Se soltaron de las manos y comenzaron a trotar hacía donde mi cuerpo yacía.

Marino estaba al lado del fango lodoso y miraba atónito. ¿Qué podría haber hecho?

Todo sucedió muy rápido.

Ir al Capítulo 9: La verdad llega a quien la espera, jovencita._____Ir al Capítulo 11: En realidad la verdad sí llega, pero no lo que nosotros deseamos.

La verdad llega a quien la espera, jovencita.

Capítulo 9

El de Santiago era un poder PODEROSO, valga la redundancia....

- ¡Pase largo ! ¡¡¡Pase largooo!!!

Marino y yo empezamos a correr a toda velocidad mirando hacia atrás, Santiago tenía una pelota de handball en sus manos y hacía un gesto de ir a tirarla con mucha fuerza.
Efectivamente así fue.

¡La pelota salió a toda velocidad ... !

Corrí con todas mis fuerzas y aunque creía que el pase era muy alto para mí, lo intenté. En ese momento Santiago pensó que me faltaría altura con un salto normal, quiero creer, así que me ayudó levemente haciendo uso de su poder. Y justo cuando la pelota estaba casi encima mío, ¡Salté!
¡Bah! no salté... en realidad, Santiago me hizo saltar. Abrió el suelo como una galleta y levantó un pilar de tierra de unos dos metros de alto y un metro y medio de diámetro...(Sobre el cual estaba yo)

Todos quedaron asombrados...

En ese momento la realidad se movió de forma lenta y mi cara se fue modificando segundo a segundo:
(Cara de ilusión) Iba directo hacia la pelota y...
(Sonrisa de felicidad) ¡Si! ¡La alcancé!, pero...
(Cara de duda y luego desesperación) ¡No! ¡¡¡¿¿por qué sigo subiendo??!!! ¡¡¡Aaahhhh!!!
- AAAAAaaahhhhh!!! - Cabe mencionar que esta montaña generada espontáneamente me levantó unos 6 metros del piso. Fácil.

Y todo ocurrió en unos segundos...

Tiré al carajo la pelota. Marino, que, por cierto, no había sido levantado por una columna de tierra, y aún estaba con los pies en el piso normal....

¡T-Pafffff!

Explotó, ni bien levanté la vista ya estaba delante mío con la pelota en sus manos, riéndose.

¡T-Paffff!

Explotó de nuevo y ya estaba en el piso, como si nada, sin tener que lidiar con la gravedad.
Tatiana, su novia, no pudo evitar soltar una carcajada.
Miré a Santiago que ahora respiraba algo agitadamente, hacer eso fue como correr muchísimo y muy de golpe.
Me preguntaba cómo podría usar él su poder para el "bien"... ¿Previniendo un terremoto?, ¿Evitándolo? ¿Generándolo en caso de ser necesario? Pero eso significaría ir en contra de la naturaleza misma...
(Que es lo que venimos haciendo desde hace algún tiempo usando estos poderes...)

Santiago lo había practicado en su casa... pero varias veces, lamentablemente, con éxito. Y con "éxito" me refiero a "éxito irreversible y desastroso".

Pero supuse que era mejor dejar de indagar acerca de él porque ...

¡¡¡¡Estaba cayendo en picada desde 6 metros!!!!

Ir al Capítulo 8: ¿Destino o casualidad?_____Ir al Capítulo 10: Eso no es cierto! algunas no llegan jamás!

De W! :D

Capítulo 7

Recuerdo que después de un par de meses, habrá sido Marzo del 2011, ya me iba dando cuenta de que mis habilidades comenzaban a mejorar, podía mover cosas con una masa un poco superior que monedas. Cada vez podía hacer más y más trucos. Y el dolor de cabeza, las puntadas extrañas que se hacían presentes cada vez que me "excedía" en el uso del poder, cada vez se hacían menos frecuentes, como el dolor muscular del segundo día de ir al gimnasio. De a poco me iba mejorando, creciendo. Y como ya estaba empezando a dominar mis poderes mejor, tenía que...

...

¡¡¡¡Hacerme un traje!!!!

¡Oh si!

- ¡Violeta y Púrpura! - Sugirió la imagen de una de las chicas en mi cabeza...

Mmmmm... No.

¿Amarillo y azul? Quedaría re hincha de boca. Y el fútbol, todo el fútbol, en general, no es lo mío.

¿Azul y rojo...? Nah, muy yankee.

Tendría que ser algo metálico... ¿Plateado? Extremadamente llamativo, mejor le dejo éso a Lady Gaga.

Estaba sólo en mi habitación, sentado en mi cama, sobre la almohada, apoyado contra el respaldar y con un cuaderno en mi falda, casi acurrucado, tenía algo de nervios, Demasiado entusiasmo y muchísimas expectativas... quería especificar los detalles, hasta el mas minimo, de mi...

Héroe.

{¡Oh si! ¡Me encanta como suena eso!}

A ver... debería de tener algo metálico, no todo el traje porque me voy a morir de calor...

¿Blanco?

Se me vino a la cabeza un sobretodo blanco y fino, como los que usan los curas que dictan la misa, eso me gustaría, sería holgado, me permitiría movilidad, tendría una capucha que me tape los ojos de una manera re copada... estaría bueno...

Pero en medio de la noche llamaría la atención... Y además sería tremendo plagio de Etzio o de Altair o de comosellame cualquier otro protagonista de Assassin's Creed.

¡Entonces lo mismo pero negro! ¡Nah! Un sobretodo negro sería una copia barata de Neo de Matrix.

¡Pero Neo no usa capucha!

Mmmmm....

Ropa negra...

Estaría bueno... La ropa negra se comufla muy bien en la noche, no tiene mucho que ver con el metal, pero varios metales en estado "Puro" son de color gris oscuro / negro. La capucha permitiría tapar mi identidad y no ser visto, aparte de quedar como el chico ¡Oh vaya que misterioso!

En ese momento mi imaginacion empezó a planear, ¡¡Me veía en páginas de historietas ARGENTINAS como el héroe de Córdoba!!

Las pupilas se me dilataron y la sonrisa apareció en mi cara...

¡Fascinación!



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Esa tarde nos juntamos con los chicos en mi casa y fuimos al baldío que hay atrás de la estación del tren ferrrourbano...

- ¿Alguien tiene pensado, como yo, cómo va a ser su traje? - Pregunté.

Algunos se rieron de mí, otros se tardaron en contestar que no, y otros simplemente hicieron silencio, pensaron, sus mentes empezaron a volar y se dilataron sus pupilas...

Las sonrisas aparecieron en sus rostros...

Ir al Capítulo 6: Esa es una frase hecha...!, de dónde la sacaste?______Ir al Capítulo 8: ¿Destino o casualidad?

Esa es una frase hecha...!, de dónde la sacaste?

Capítulo 6

Y bien... continuamos ejercitándonos, cada vez más y más y más...

Pasó mucho tiempo...

Los gobiernos seguían siendo corruptos...

Los policías seguían siendo corruptos...

Los empresarios seguían siendo corruptos...

Todo el maldito y asqueroso sistema seguía igual que siempre...

¿Cómo ser un héroe cuando todo está destruído?

¿Cómo puede la gente confiar en alguien cuando todos son oportunistas?

¿Cómo...?

...

- El "cómo" ya no importa. - Me dijo una Voz entre un sueño y otro...

Ha pasado mucho tiempo... ya fué...

Y, de golpe, vi de nuevo esa imagen, la misma que suelo ver cuando duermo....

¿Es mi imaginación? ¿O es mi inconsciente? ¿Acaso hay alguna diferencia? ¿Acaso puede uno escapar a alguno de ellos?

Lo que veo es el ojo de un niño pequeño que derrama una lágrima, no tiene más que 7 años y está mirando el ataúd.

El mismo ataúd que todas las noches veo...

Dentro se encuentra el cadáver de su padre...

Y recuerdo, recuerdo una imaginación o un sueño anterior, pero anterior no en mi tiempo, sino en el tiempo del sueño, osea, sueño un recuerdo de algo que no hice, salvo en mi imaginación o en mi sueño. Veo cómo fue que ocurrió.

Yo iba caminando por la calle Santa Fe y, en ese momento es como que, yo no lo estaba mirando, pero aún así lo sentí (cómo pasa en muchos sueños) Sentí el ..

¡...Plack...!

Seco. Rotundo. Casi insignificante.

Y me di vuelta y lo vi. Un albañil yacía en el piso de la obra. Sólo uno de sus compañeros se preocupó por él, el resto creyó que estaba bromeando...

Un paro cardíaco. El señor no presentaba síntoma alguno de predisposición a éstas cosas...

Me quise acercar, era todo más confuso ahora... mi vista estaba mareada y caminaba lento...

Lento, muy lento...

¿Para qué apresurarme a llegar al mismo destino que él?...

No hay porqué ir rápido ¿Para qué correr? ...

Y vuelvo a recordar, dentro del sueño, otro sueño, ¿O es mi imaginación?... recuerdo... veo... percibo otra lágrima que estalla contra el piso a los pies del niño...

Su madre es ama de casa. Analfabeta. Y yo ya no sé por qué sé eso, ni quienes son, quizás no los conozca nunca, quizás jamás pueda hacer algo por ellos, pero ahí están y por medio de un sueño (¿O un recuerdo?) los percibo.

No saben cómo podrán salir adelante después de eso...

El maldito y todopoderoso dios Dólar sigue controlándolo todo... Es como un círculo vicioso... ¿Por qué veo ésto? Me pregunto... y ya no sé si me lo pregunto yo o me lo preguntan. Ya no sé si soy yo o soy otro por dentro mío.

¿Cómo se puede salir adelante de éso? ¿Cómo? ¿Qué es salir adelante en definitiva?

(...)

¡ Piri Pi-PIP ! ¡ Piri Pi-PIP !

- ¿Agh? - dije

¡ Piri Pi-PIP ! ¡ Piri Pi-¡¡CRASH!!

- ¡Ah! - me desperté.

- ¡Oh, genial! ¡El quinto sueño de éstos que tengo y siempre mando al carajo el despertador...!

Me siento al borde de la cama, estoy despeinado, con la cara pegada a la almohada, pero sin almohada. Me froto un poco los pómulos y las ojeras...

- Encima esos sueños que no entiendo nada... -

Me paro, voy al baño rascándome el calzoncillo. ni bien entro la tapa del inodoro se levanta, orino. Cuando termino la canilla de agua caliente gira 3/4 de vuelta, la fría 1/6 de vuelta, la cadena se tirá sola...

Y lavándome las manos, mientras me miraba en espejo que yo había instalado, suspiré y seguí recordando...

Ir al Capítulo 5: (del latín "Realistas" y éste de "res", «cosas») significa en el uso común «todo lo que existe»______Ir al Capítulo 7: De W! :D

(del latín "Realistas" y éste de "res", «cosas») significa en el uso común «todo lo que existe»

Capítulo 5

Las gotas saltaron hacia donde nos encontrábamos, pero no llegaron muy lejos, chocaron contra el verde césped unos dos metros antes de llegar hasta nosotros. Aún así Natalia lo hizo de nuevo...

...

¡Dios! ¡¡¡Todos se sacaron de golpe!!! Comenzaron todos a correr y extendiéndo los brazos.

Tan tranquilos que estábamos... ¡Parece que ahora nadie lo soportó!

- ¡¡¡¡Jajajaja!!!!

¿Como defines lo real?

Capítulo 4

Santiago y yo estábamos tirados en el sillón de Claudia.

- Ya debería estar acá... - Comenté.
- ¿Quién? - Repuso Santiago.
- ¡La Nati! ¡Vive acá nomás! -
- Ahhh... si, bueno... La puntualidad no es lo suyo...

¡¡¡RIIINNGG!!!

Sonó el portero eléctrico. Me paré de un salto, crucé el corto comedor y levanté el tubo.

- Remisería, ¿Buenos días...? - Dije. Santiago rió.
- Bajá y abrime. -
- Bueno, ya va. -

Click.

Santiago me miró sin lograr entender demasiado.

- Es Marino. - Dije, agarré las llaves que colgaban del pintoresco llavero y salí.

Bajé en el ascensor. Estaba ansioso, tremendamente ansioso, tenía superpoderes, ¡SUPERPODERES!, ¿Cómo podría ser? ¿Qué habilidad tendría Marino? ¿Ya lo habría descubierto? ¿Y si no? ¿Y si sí? El pie me zapateaba solo.

CLENG.

Salí disparado del ascensor y vi a Marino, con su actual mochila universitaria, llevándola sólo en el hombro izquierdo, como siempre.
Marino era delgado, levemente más petiso que yo, la mirada tranquila y naturaleza similar a un felino. Un piercing atravesando la zona derecha de su grueso labio inferior. Traía vestimenta oscura, como siempre. En mi grupo el era el más "Dark" de todos.

- ¿Y Marino? ¿¿Qué contás de NUEVO?? - Pregunté casi sin querer que me lo diga, sino deseando que me lo demostrase.

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Personalmente no creía que pudiese, a partir de eso, ser un "superhéroe". No, no he presenciado muchos crímenes en mi vida, sólo uno o dos arrebatos en la calle...
En la vida real no hay tantos criminales sueltos por las calles, desarmados y débiles, como en las películas... En la vida real no fallan los disparos que son dirigidos al pecho del protagonista...
En la vida real el héroe no es unánimemente agradecido ... No. La vida real es totalmente distinta. Y me preguntaba entonces... ¿Qué buen uso podría darle a este poder? Lo único que se me ocurrió en el momento era frenar un colectivo que se le estuviese yendo a una anciana (¿Por qué siempre serán ancianas las que necesitan urgente de un superhéroe?) o algo tan básico y de todos los días como eso...
¿Quería realmente ser un superhéroe? Y si era así, ¿Por qué no lo había sido incluso cuando no tenía este poder? Hay montones de superhéroes sin poderes, pero yo, hasta ese momento de mi vida sólo me había dignado a jugar videojuegos en internet hasta el cansancio. ¿Podría cambiar toda mi vida el hecho de tener poderes?...
Yo creía que sí.

Una hora más tarde ya estábamos todos los que íbamos a ir. Algo había pasado. Pero ¿Qué? Ésa era la pregunta. Yo, por mi parte no me desesperaba por responderla.... como muchas veces, cuando el cambio es en beneficio propio no nos preguntamos el por qué. Cuando es perjudicial para nuestros intereses movemos cielo y tierra para saber por qué...
Nos mirábamos los unos a los otros... en algunos se notaba en el rostro algo de miedo. E hicimos silencio por al menos dos minutos. (¿¿Cuándo tuvimos tanto silencio entre nosotros??) Pensé en que algunos de ellos querrían practicar su nueva habilidad, o algo así, sin comprometer nada ni a nadie...

- Chicos... - Rompí el silencio.

Algunos me miraron, pero sin contestar...

- ¿Vamos a la costa del río?

Tres segundos después todos estaban mucho más animados, contentos, todos caminando como lo hiciéramos montones de veces, pero esta vez no íbamos al mismo lugar plagado de gente de la orilla del río. No, esta vez íbamos buscando un lugar a solas para nosotros, lejos de cosas que pudiésemos romper (o que NOS pudiesen romper). Ni bien llegamos Natalia no lo soportó.

- Miren eso. - Dijo, fingiendo asombro.

El viento movía nuestros cabellos y la tarde era serena, era el momento perfecto para el espectáculo...

¡Y de pronto! Desde el río, como movida por una fuerza cósmica, ¡Mágica!, ¡¡Electromagnética!!, no lo sé, surgió un....

un...

¿Puñado de gotas?

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