Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Entrenarse

Capítulo 32

- Hagamos algo, nos separemos en dos equipos para entrenar mejor. - Propuso inicialmente Santiago. - Por un par o impar* determinamos a dos que van a ser los que elijan los equipos...-

Hicieron el par o impar. Por azar del destino quedaron para elegir los dos que controlaban materia, Santiago y Rolando.

- ¿Elegís vos? - le preguntó Rolando.
- Primero las damas.
- Está bien. - Y señaló a Marino - Vos, omnipresente, venís para acá.

Marino besó a Tatiana en la mejilla.

T-paffff.

Palmeó a Rolando en la espalda.

- Che nos van a quedar equipos desiguales. - Previno Santiago.
- ...
- Está bien, mi equipo se la banca. - Respondió Santiago señalando a Claudia.
- Maca, venis para acá.
- Tati.
- Bien Ulises, estas en el equipo.- Dijo Rolando.


- Primero un captura la bandera y después vemos qué sale.
- Bien, nuestra bandera va a ser el pañuelo de la Maca. - Dijo Santiago.
- Está bien, el nuestro... em... ¡Ésto! - Rolando extrajo el cristal del bolsillo trasero de su pantalón.
- ¿Qué parte de "bandera" no entendiste , Rolo? - Criticó Macarena riendo.

Rolando miró a Santiago intentando convencerlo con la vista.
Santiago estaba temerario ese día, quizá sería debido a que él ya conocía el terreno. - Está bien. - Respondió. - Aceptamos el desafío.

Una sonrisa brilló en el reflejo de las retinas y ambos equipos se dirigieron a polos opuestos de el baldío. Comenzó la planificación.

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Kira caminaba aceleradamente, como todos a su alrededor, como todas las personas que van apuradas a ningún lugar…

Un grupo de amigos se pasan el mate en rueda en la plaza Italia.

- Personas fingiendo ser amigas de otras. Son falsos. Siempre son falsos. Son personas utilizándose los unos a los otros.- Se dice a sí misma. – No serían capaces de renunciar a su propio egoísmo por los otros, sólo se utilizan para no estar solos, para no tener que soportar la vergüenza de tener el coraje de ser uno mismo y de pensar por uno mismo, esclavos de la maldita sociedad…

Termina de marcar el número, presiona el botón verde.
El teléfono celular suena. Una vez, dos veces, nadie atiende, tres veces, cuatro veces…
Kira ya cansada cuelga y vuelve a llamar.
Sigue caminando.

- Al fin y al cabo, ¿Quéde bueno le ha hecho el hombre a este planeta? Nada… sólo destrucción, sólo caos. Estúpida especie humana, buscando siempre algún pretexto para justificar sus faltas, buscando siempre alguna razón sin sentido para salir adelante…

El teléfono hace un click.

- Hola. – Suena serena la voz distorsionada del otro lado del tubo.
- El último objetivo que me diste …
- ¿Me equivocaba?
- No. Precisamente todo lo contrario. Es un demente. Me robó el celular. ¿Dónde lo puedo encontrar de nuevo?

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