Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Ponte límites.

Capítulo 21

- ¿De dónde vienen? – Preguntó Mauro.

Era extraño, si bien era él, la ropa no era propia de Mauro. Pensé que podría ser alguien más, pero sentía una extraña sensación de él que me era familiar. La ropa le quedaba ajustada y lo hacía ver muy poco masculino, varios de los varones lo notamos…

- ¿Mauro…? – Pregunté.

- ¡Ay! ¿Por qué tienen esa cara chicos? – Respondió. (Aclaración: por cómo sonó ese “¡Ay!” todos los que creíamos que quedaba afeminado, lo confirmamos.)

Bien. Éste tipo definitivamente no era Mauro, pero entonces ¿Quién carajo era? Y ¿Por qué se le parecía tanto? ¿Podría ser acaso el hermano gemelo malvado de Mauro, del cual nunca nos habló?, ¿Podría ser un clon maléfico de Mauro? De lo único de lo que estaba seguro era de que éste no él.

- ¿Mauro?
- ¿Qué?
- ¿Cuando cumplís años?
- ¿Por qué la pregunta? Jajaja

Estaba evadiendo la respuesta. Me alarmé. Desde que teníamos superpoderes, ya pocas cosas nos sorprendían, ¿Podría ser un metamorfo? Siempre, pero SIEMPRE en los cómics de superhéroes hay supervillanos, ¿Sería éste metamorfo el nuestro? ¡¿Le habría hecho algo a mi familia?! Estaba parado en la puerta. ¿Cómo, sino, sabía dónde vivía y que nos iba a encontrar a todos nosotros allí? ¿Podía prevér el futuro como Mari?

- Escuchame, estás sólo y te tenemos rodeado, no tenés salida, ¡Decinos ya mismo quién sos! – Le exigí mientras extraía el revólver a Tadeo y lo retenía en una mano, sin apuntarle aún.

Al ver el arma se sobresaltó, dedujo que habíamos pasado por cosas serias ese día… a varios les cayó la ficha de adónde le sonaba esa voz tan familiar…

- ¿De dónde vienen?, ¿Qué les pasó? – La voz ahora sonaba más femenina y más preocupada.

La piel de “Mauro” empezó a segregar alguna especie de líquido por todos los poros de su piel formando una especie de película… y su color de piel empezó a aclararse radicalmente, el cráneo se le encogió de forma tal que ya no era para nada alargado, sino más redondeado, el pelo adoptó un largo considerable sin hablar de las pequeñas ondulaciones que se le formaban, el cuerpo se adaptó a la ropa que ahora quedaba un poco mas holgada, pero, sin duda, la metamorfosis mas fascinante se dio en el paso de una nariz a otra, ¡Eran muy distintas la inicial y la final! De una aguileña a una ñata tobogán. ¡Y los ojos! Esos sí que mutaron de un modo extraño, los ojos le lagrimearon y permanecieron bien abiertos, mirando directo hacia mí, el iris medio verde medio amarillo de Mauro se desvaneció en lo blanco de la Córnea, quedando sólo una pupila en el globo ocular, lo cual, lo admito, era bastante impactante, luego surgió de ésta, como en un giro rápido, desvaneciéndose, el marrón intenso del iris original., luego parpadeó un par de veces… la boca paso de ser la larga boca de delgados labios a encogerse un poco más y mostrar labios más carnosos.

Todos nos dimos cuenta inmediatamente de quién se trataba.

Finalmente las pecas le brotaron todas de golpe.

- ¡¡¡¡Maca!!!! – Empezamos a saludarla y a decirle que en lo único en que la hizo mal había sido el haberse puesto esa ropa.
- Sí, me dí cuenta, pero ya estaba acá cuando se me ocurrió hacerles la joda y no me podía cambiar…
- Si, se NOTABA Maca, se NOTABA.
- ¡Hey! A todo esto, ahora que lo pienso, ¿¿Dónde está Mauro? No lo veo desde que Rolo casi se mata contra el piso.
- Me dijo que se iba, se sentía medio raro… - Ana lo recordó.
- A ver, dejame probar algo – Dijo Tadeo y, quitándose de nuevo sus dedales, agarró la cabeza de Ana. Los ojos se le pusieron en blanco.

“Me siento muy raro y si venís conmigo tengo miedo de lastimarte o algo... anda con los chicos, después te cuento, ¿Si amor?” y la besó en la misma frente que ahora Tadeo estaba precognisciendo.

- ¡Hey! ¡Eso es invasión a la privacidad! - Exclamó Ana mientras tiraba hacia atrás la cabeza.
- ¡Bue! ¡Habló la que respeta privacidades!
- ¡Pero yo por lo menos soy sutil!
- Jajajajajaja
- Bueno gente lo mejor va a ser que entremos y sigamos charlando adentro, pueden seguirnos o algo. - Sugerí.

Nos metimos en mi casa y Tadeo nos contó lo que vio en el arma que, por cierto, aún permanecía en el bolsillo de su buzo.

Ir a capítulo 20: El poder está en tus manos, los límites te los ponés vos._____Ir a capítulo 22: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué te pareció este capítulo?