Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Reflexionarse

Capítulo 30

Tatiana está conversando con su padre
- Bueno, mirá Tati, si vas a salir hoy a la casa de Echó, no vas a poder salir a bailar el finde...
- Jajaja! con lo que me importa salir a bailar...

======================================================

 Julio del 2011. Casa de Santiago. Tres y media de la tarde.

- Pensemos - se dijo a si mismo Rolando mientras miraba a sus amigos. - Si nos pasó esto a nosotros es muy probable que también les haya pasado esto a otras personas...
- Si, no me gustaría imaginarme lo que pueden llegar a hacer algunas personas con determinados poderes. - Respondió Tatiana.
- ¿Cosas como qué? - Pregunto inocentemente Claudia.
- Montones de cosas - Casi gritó Rolando.
- Imaginate alguien que pueda caminar por las paredes podría robar re fácil departamentos.
- O alguien que pueda tirar rayos de energía de las manos podría estar matando a un montón de gente ¡Ahora mismo!
- O alguien que pueda atravesar paredes puede llegar hasta la habitación de una persona y violarla y matarla.
- O que pueda entrar en algún local y robarse todo.
- ¡O en un banco! ahí si que se haría la guita el tipo.
- ¡Ah si! ¡¿Vieron el caso ese del banco Nación? seguro que era un hijo de...

Los diálogos se entrecruzaban, Rolando se sintió entrar en pánico con el tema que estaba surgiendo, así que resolvió continuar con lo que venía diciendo.

- Bueno, bueno chicos... seguro que otras personas también tendrán poderes como los nuestros. - Dijo Rolando al mismo tiempo en que Claudia le comentaba a Macarena y a Marino lo que había absorbido del noticiero.
- Tenía... ¡podía controlar el metal!
- Ah si, algo así había sentido. - Dijo Marino. - Y que había reducido a los canas agarrando las escopetas o algo así era, ¿No?
- ¡Si! ¡y hay imágenes, boludo! un tipo todo encapuchado de negro, te muestran las cámaras de seguridad...
- Precisamente Clau, a eso voy - Interrumpió Rolando. - Cualquiera puede estar haciendo cualquier cosa y la ciudad se va a convertir, se convirtió mejor dicho, en una selva.
- ¡Sí! Yo opino que lo mejor va a ser que cada uno se ponga a practicar por su parte.
- ¡No! lo mejor va a ser que entrenemos todos juntos. - Replicó Rolando. - ¿Qué les parece ir a la costanera a entrenar ahora mismo?
- No da ahora chabon, es un viaje. - Dijo Ulises.
- No Rolo, pero además pensá que no sólo va a haber ese tipo de personas, sino también que, si los que tenemos poderes somos pocos, va a haber gente tratando de matarnos...
- Católicos, si, definitivamente.- Rió Marino.
- Lo peor es que una horda de católicos obsesivos fanáticos no se compara con nada. - Reflexionó Rolando.
- ... Y encima capaz que no sólo nos quieren matar - Dijo Macarena.- Sino que nos podrían capturar y nos venden como animalitos.
- Sah Maca, capturarnos...- Reprochó sarcásticamente Marino.
- Si boludo.
- No, me chupa un huevo si quieren agarrarme, yo los cago a puñetes si me llegan a tratar de agarrar.
- No Marino.- Reprochó Santiago con su tono reflexivo.- Acordate de que, aunque nosotros seamos muchos. MUCHOS. Siempre puede venir un número más grande de personas. Y si te viene una horda de gente, con armas, ponele, ¿Qué haces?
- ¡T-Paff! y ya estoy a una cuadra. Ni van a saber donde mierda estoy.
- Si, pero la Tati ponele, Rolo, no aunque Rolo mal que mal desvía los disparos y zafa, pero la Tati, la Maca, la Clau, la Nita, la Pau, aunque depende de a quién haya tocado... la Len no, la Nati, David por ahí zafa, Tadeo, Yo por ahí zafo haciendo paredes de tierra pero en definitiva, no se salvan muchos, te digo.
Varios se sintieron algo alarmados por lo que Santiago decía.
- ¡¡Vamos a practicar a algún lado por favor!! - Dijo Rolando.
- Bueno miren si quieren podemos ir al baldío que queda acá a dos cuadras.
- Si, dale, vamos.
- Oh chabon, cero ganas... - Dijo Ulises.
- Si Rolo, entrená en tu casa otro día, no jodás. - Marino apoyaba la moción.
- ¡Muevansé vagos! - Santiago se fue a preparar las cosas para salir.

El entrenamiento recién había empezado.

=====================================

Una chica rubia camina por la peatonal. Es curvilínea y atractiva.
El hombre, vestido de saco y corbata algo desalineada, que viene hablando por teléfono, de frente a ella queda terriblemente anonadado con la vista clavada entre sus curvas. Lleva el teléfono en su mano derecha y el portafolios en la izquierda, está planificando negocios con un colega.
Ella se acerca a paso acelerado hacia él, pero mirando vidrieras.
El hombre la ve venir y no puede pensar en nada, salvo en su cuerpo.
Kira finge chocarlo sin haberlo visto.
- Uh disculpá... - dice el hombre sin quitarle la vista de encima.
- No te hagás drama. - responde Kira
- Que linda que sos.- las palabras brotan de la boca del hombre sin permiso. El hombre se sonroja.
- Gracias. Disculpá, ¿No me prestás un mensaje de texto? - Pregunta Kira y se corre un mechón de pelo detrás de la oreja, con delicadeza. El hombre sonríe y mira su celular. Su colega ya le ha cortado por falta de respuesta.
- Si, tomá- le da el teléfono celular. Kira agarra el teléfono y comienza a marcar un número.
- Pasa que vengo apurada de la oficina de mi hermana, ¿Viste?, es en aquel edificio rojo. - señala detrás del tipo El hombre la mira extender el brazo anonadado. Cae en cuenta de la situación y para no quedar como un baboso se da media vuelta.
Busca un edificio rojo. Aún pensando en la chica rubia.
Busca y busca.

- ¿Che en cual edificio...? - Se vuelve hacia el frente de nuevo.

Kira ya esta perdida entre la muchedumbre marcando un número en el celular.

- ¡Por favor! Qué niveles alcanza la estupidez humana...- piensa.

Capítulo anterior._________________________________Capítulo siguiente.

1 comentario:

  1. jaja esa conversación xD la total falta de voluntad de joak :p
    cambiale el color a la letra ¬¬ necesito mis ojos para cosas como ver.

    ResponderBorrar

¿Qué te pareció este capítulo?