Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Qué es el poder?

Capítulo 17

Mariana permaneció quieta por unos segundos, no sabía qué hacer, cómo actúar, no sabía si debía generar una paradoja o no, ¿Podía acaso generarla en ese momento? entendía poco, ésta vez su intelecto encontraba límites, dubitó, no sabía tampoco con precisión dentro de cuanto tiempo se concretaría la horrible predicción que había tenido. Y ninguna de las que había presenciado, desde que había descubierto que tenía ese poder, habían quedado sin concretarse...

El oficial me vio llegar con Marino a cuestas y sus ojos empezaron a emanar odio.

Ulises nos vio, - Son unos enfermos – pensó - ¿Por qué no pueden esperar hasta que les den de alta y se puedan ir civilizadamente? Hacen todo a los ponchazos.

En el aire se sintió ese odio silencioso que estaba germinando entre ellos y nosotros…

- Bueno che - Dijo Ulises - Creo que surgió un malentendido, por qué no lo charla…
- Calláte la boca vos, ¿Eh? Que bien que te hiciste el boludo para distraerme y que estos dos pelotudos se piren a la mierda, ¿No?

Ulises se quedó en silencio, no sabía cómo responder a eso.

- ¿Sabés qué pasa Ulises? Que nos quieren mantener encerrados acá adentro, como si fueramos presos, no tenemos nada malo, yo me siento perfecto, pero aún así cerraron la puerta de la habitación con llave. - Dije.

El oficial me miró, su bronca aumentaba.

- ¿Por qué los querés encerrar? – dijo Ulises con aspecto más serio ahora.
- Pero pendejo de m…
- Mire, mejor va a ser que nos vayamos por las buenas, ¿Sí? – Espetó Santiago.
- No me obliguen a mí a tener que hacerlos quedar por las malas. - Dijo en tono fuerte el oficial y se abrió un poco el saco para mostrarnos el revolver que tenía enfundado.

Y en ese momento no pude contener la risa, por favor, nosotros controlabamos tierra, agua, metal, leíamos mentes, y éste tipo ahora se venía a hacer el copado con un simple chumbo.

¡Pffffff!

Exhalé una carcajada reprimida y después traté de reírme lo menos posible. Y empecé a caer en la cuenta de que ya eran varias las personas que se paraban para alejarse de nosotros en la sala de espera, e incluso había varios otros que se acercaban para ver la discusión de cerca.

- ¿De qué mierda te reís? – Me preguntó. Ya se estaba sacando. – Vos, macho - Señaló a Petrelli - Llevalos a estos dos arriba.

Petrelli actuó mecánicamente y se dirigió hacia mi.

- Ni lo toques. – Espetó Santiago.

Petrelli hizo oídos sordos.
Santiago se abalanzó contra él y lo empujó.

- Bueno ya me tienen las pelotas llenas, nadie se mueve de acá, ¿Entendido? - Gritoneó el oficial mientras desenfundaba y apuntaba hacia nosotros. Mariana sintió como las rodillas le temblaban.
- ¡Ya me tienen los huevos llenos! ¡Se van ustedes dos arriba y el resto se alza a la bosta ya mismo! – Exclamó el oficial sacando el arma y revoléandola por el aire.
- Bueeee, se enojó el cobani... - Dijo Ulises

El oficial lo vio con desprecio.

- ¿Vas a hacer algo aparte de ponerte la gorra, yuta? ¿O así metiendo miedo con el chumbo en un hospital ya te tienen el suficiente miedo y hacés que te obedezcan? ¿Que te pasa, pelotudo? – Dijo Ulises mientras se le acercaba a él.

¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!

El oficial tiró tres tiros al techo, claramente intentando intimidar a Ulises. Fue una estrategia totalmente inútil.

- Paráaaa, ¡Bestia! que los enfermos y los internados necesitan silencio, ¡Che botón! - Espetó Ulises mientras seguía avanzando hacia él.
- Escuchame pibe, ya tengo derecho legal para encajarte un tiro en la rótula así que no te hagás el gil, ¿Eh? - El oficial no pestañeó.
- ¿A ver? ¡Dale! - Ulises lo miro con aire cómico, sabía que no era cierto.

Y de pronto fue un solo movimiento mecánico, como estiró el brazo, el fuego que surgió del arma…

¡BANG!

Mariana se estremeció aún más… tuvo otro flash y vio una mano ensangrentada, la presión aumentaba.
Yo intenté desviar la bala pero aún así no fue suficiente.

¡¡Splooorchhh!! (¡AH!) ¡¡Crashh!!

El vidrio detrás de Ulises se había rajado y retenía a la bala con un poco de sangre…

La expresión en la cara de Ulises decía que las cosas no habían resultado como él había planeado… se llevó la mano hacia el costado del abdomen mientras aumentaba nuevamente su consistencia…

- ¡Suban los tres, Carajo! ¡Ya! ¡Ahora el hospital tiene un paciente nuevo! – El oficial ya estaba fuera de sí. – ¡¡Suban todos ya o cobra su amiga!!! – Le apuntó a Mariana.

 Ana miró al oficial y sintió que su consciente ya no hablaba, ya no armaba frases, estaba totalmente impulsivo, sólo escuchaba sonidos inconexos y deformados.
Nadie se movió, más por el shock que por otra cosa, creo que el oficial interpretó eso como una negativa a su orden….
Hubo pocos milisegundos, todo fue instinto, impulso, Mariana se tapó la cara con los brazos…

¡BANG!

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En una habitación oscura se abre una puerta, entra una persona y cierra la puerta, no se distingue nada, abre una ventana, no prende la luz, quiere un segundo de respiro, se escuchan sonidos de tela, como si busara algo en sus bolsillos…

Click.

Se enciende una llamita, como de un encendedor, la llama se alarga y se ondula, se menea, se estira hacia un costado y enciende algo, es un cigarrillo, el fuego se menea nuevamente y se normaliza de golpe.

Click.

El humo sale por la ventana.



– abrió un poco el saco y nos mostró el arma enfundada.

Aunque la situación era seria no pude evitar reírme un poso por los bajo.

Ir a capítulo 16: Y de todos los que hay se termina en el peor de todos._____Ir a capítulo 18: Capacidad de cambiar la realidad.

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