Ansiedad

Capítulo 36

Caminaban de vuelta a la casa, Marino se reía de Santiago mientras el dolor lo obligaba a agarrarse la cabeza. Simultáneamente Santiago se reía de Marino intentando no gatear del cansancio físico.
La casa de Santiago se llenó de gente. Transpirados, sucios, embadurnados de tierra. Se alimentaban de una nutritiva merienda. Cargaban criollos con mermeladas y con dulces. Era infaltable el dulce de leche. La tarde era armónica, serena. Los efusivos gritos del grupo se hacían oír hasta la casa del vecino.

La televisión anunciaba:
“Se accidentó en noviembre pero falleció hoy…
Un hombre murió al caer de un tinglado…
Joven muere tras un choque en Río Cuarto
Los accidentes dejan un saldo de 42 muertos.
Éstos son los títulos de la semana, en unos instantes.”
Inicia la propaganda previa al noticiero:
“¿Fort echó a Erika por celos? Enterate de todo!
Además! Soñando por bailar: El difícil momento de Sabrina. ¿Por qué pasó lo que pasó? ¿La exigencia del certamen la llevó a la bulimia?
Además! Gran Hermano 2011: Mara se desnuda porque se siente afligida. Los chicos de la casa la consolan. ¿La angustia el pelo en la axila de Alex? ¿Por qué esta chica llora tanto? Enterate solo por… ¡ALLTIME DANCING SHOW! Lunes a Domingos de 9 a 12 y de 14 a 21 hs.”

Por fortuna de algunos, y por desgracia de otros, nadie prestaba atención al televisor.

- Hey! Nos debemos una ronda de combates! – Sugirió Santiago, no sin cierto tono de cansancio.
- Como odio la gran mayoría de la programación de la tele…- Cortó Macarena.
- Yo también.
- Yo la cago odiando.
- Si, pero estamos cansadísimos, yo no tanto porque no hice casi nada – Respondió Rolando a Santiago mientras paseaba el cuchillo enorme desafilado de una mano a la otra.
- Yo me morí.
- Yo me podría haber muerto por ganar… pero no había ganas. – Comentó Marino.
- ¡Jaja! ¡No te querías desmayar de nuevo! – Rió Tatiana.
- Si, Echó no daba más, encima cuando llegamos nosotras respiraba así: OOOuuughh OOooouuugghhh!! – Dijo Macarena poniendo una divertida cara.
- Che no se supone que venía la …

Brmmm brmmm brmmm!! Interrumpió el celular de Santiago, vibrando.

“Voy tarde. Esperenme o los hago explotar en sangre.

De: Nati.”

- Listooo… - Santiago contuvo la risa.
- ¡Jajajaja! - Rolando no.
- Dejá, yo le contesto.- Dijo Marino.

“Apurate o aparezco adentro tuyo y te hago reventar. jaja”

Ding. Dong!

Natalia llegaba a la casa. Rolando salió a abrirle.

- Ah! Que te pasó chabón!?
- ¿Con qué?- respondió Rolando y, mirándose la ropa asquerosa de tierra fresca, entendió. - Llegas tarde. Ya jugamos captura la bandera y vamos a seguir entrenando otro dia…

Natalia lo miró con fastidio.

- Leyeron mi mensaje- Preguntó.
- ¿Cual? ¿El de hacernos explotar en sangre?

Natalia no repondió, en lugar de eso simplemente puso cara de concentración y señaló al abdomen de Rolando. En efecto, él sintió la sangre fluyéndole un poco más fuerte hacia esa zona, aunque no sabía si era por propia alucinación o por verdadero poder de Natalia.

- Aaaaahhhh!!! – No pudo evitar chillar.
- Jajaja!!- Rió Natalia. - ¿Por qué lo van a pasar para otro día?
- Echó esta muerto.
- ¿Qué? – La cara de Natalia se transfiguró y las pupilas se le dilataron.
- Muerto de cansancio, exhausto.
- Ah… bueno – Dijo adentrándose en la casa. – Por cierto, recién ni siquiera me concentré un poco.
- Jajaja! – Rió algo nerviosamente Rolando, al mismo tiempo recordó porqué debería estar nervioso. Los billetes dormían bajo su colchón y aún nadie de sus amigos más cercanos lo sabía. – Por suerte todavía no controlas la sangre…
- No sé si estoy dispuesta a hacerlo. O sea, estaría bueno, pero capaz que algún día me pongo loca o algo... no sé…
- Tal vez se te va la mano con alguien..?
- Si, no sé, o sea… no me hagas caso Rolo, estoy loca.
- Contame.- Dijo con algo de fastidio Rolando.
- Es que no sé… tengo miedo de que… de que el poder se me vuelva en mi contra. Que se yo…
- Quedate tranquila. Controlalo y todo va a salir bien. Vamos con los chicos que nos están esperando.

En el comedor Claudia intentó servirse agua en su vaso mientras Ulises le sacaba charla.
El chorro de agua proveniente de la jarra salió de una manera vertical, ascendente y de un modo impecable. Al instante Claudia reconoció de quien se trataba y fue a saludar a Natalia con un abrazo. Al hacer esto la columna de agua que se alzaba sobre el vaso cayó sin derramar una salpicadura afuera. Natalia afilaba sus poderes.

- Che pero si lo pasamos para otro día, ¿para cuando va a ser? ¡Si no nos vemos casi nunca de a tantos! – Criticó Natalia.
- Hey! Nos juntamos el otro día para el cumpleaños de la Nita!
- Y si, pero después de eso no hay muchas juntadas que digamos…
- Ya se viene el cumple de la Maqui. – Dijo Tatiana. –Y después se viene el mío!
- En realidad hay otros cumpleaños antes que el tuyo. – Reprochó Marino, buscándole pelea.
- Bueno, pero después vengo yo!
- Che, ahora que lo pienso… la Maqui no podrá…

Todos se miraron de pronto. Como buscando despejar una duda que había sido difuminada por la emoción del propio poder.

- Si puede hacer algo, no nos lo mostró.
- Es cierto… ¿que podrá hacer?¿Podrá controlar algo?

El amplio comedor se llenaba de voces, el suelo de migajas, junto con tierra, y el aire de comentarios vacíos que provenían de la televisión.

=============================================

En una habitación desordenada, a oscuras y de noche, Méndez intenta descansar con los brazos cruzados a la nuca. A su lado, roncando a un volumen considerable, su rellena esposa reposa. Pero algo estresa en parte al hombre y le hace abrir los ojos y mirar directamente al techo.
- Te voy a encontrar, jetudo, te voy a encontrar… - Dice el policía para sus adentros.

============================================

Esa misma noche, en otra habitación, un poco más ordenada, Kira abraza una almohada ajena. Al lado de ella duerme un joven apuesto y de buen físico. Ella no sabe el nombre de él. Tampoco le interesa, es así con la mayoría de los hombres con los cuales hace negocios para terminar teniendo dónde dormir. Sus desordenados cabellos acarician la suave y cuidada piel de la mujer. Muerde la almohada y frunce el entrecejo denotando rabia.
- Donde estés, voy a encontrarte y te voy a humillar… - Dice la mujer rubia y curvilínea para sus adentros.

============================================

Sólo en una habitación, bastante ordenada, acostado boca abajo, reflexiona un alto, delgado y fornido joven. Algo despeinado por la almohada. Sus pies se asoman por la parte inferior de la sábana.
- Dónde haya alguien que merezca lo que tengo para dar, lo encontraré.- Se dice a sí mismo el joven del fuego.

Capítulo Anterior.__________Capítulo siguiente.