Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Alcanzar objetivos.

Capítulo 33

Cada uno llegó a su esquina correspondiente del baldío.

- Echó acá vive alguien! - casi gritó Claudia.
- Bueeno, un poquito nomás. - Insistió Sanitago. - Ah! y Tati, no pierdas de vista a la Maca.
- Bien! - Tatiana estaba enérgica.

Unos 50 metros más allá, detrás de altos pastizales y malezas, detrás de criaderos de dengue y acumuladores de agua podrida, el otro equipo se preparaba...

- Bien, ¿entendieron entonces como vamos a hacer, no? - Preguntó Marino.

Sus compañeros respondieron afirmativamente. El juego habia comenzado.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Entrenarse

Capítulo 32

- Hagamos algo, nos separemos en dos equipos para entrenar mejor. - Propuso inicialmente Santiago. - Por un par o impar* determinamos a dos que van a ser los que elijan los equipos...-

Hicieron el par o impar. Por azar del destino quedaron para elegir los dos que controlaban materia, Santiago y Rolando.

- ¿Elegís vos? - le preguntó Rolando.
- Primero las damas.
- Está bien. - Y señaló a Marino - Vos, omnipresente, venís para acá.

Marino besó a Tatiana en la mejilla.

T-paffff.

Palmeó a Rolando en la espalda.

- Che nos van a quedar equipos desiguales. - Previno Santiago.
- ...
- Está bien, mi equipo se la banca. - Respondió Santiago señalando a Claudia.
- Maca, venis para acá.
- Tati.
- Bien Ulises, estas en el equipo.- Dijo Rolando.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Todo gran viaje, comienza con un pequeño paso.

Capítulo 31

Caminaron las dos cuadras hasta llegar al terreno baldío que Santiago había propuesto, la charla como siempre, habitual, de variadas temáticas.

Finalmente llegaron e ingresaron hasta lo mas profundo del pastizal, por suerte en barrios tranquilos como en el de Santiago no habria mucha gente rondando por las calles, no les fue difícil no ser vistos.

Rolando relevaba el área intentando sentir alguna particula de metal suelta entre tanto baldío.

- A ver si encontrás todo lo que hay que encontrar Rolo! - Desafió Tatiana.

Rolando la miró fijamente y un momento despues cerró los ojos y empezó a nombrar un listado de cosas, a medida que las iba nombrando éstas se iban elevando y quedaban levitando en el aire.

- Dos latas oxidadas, un alambre retorcido, dos monedas de... ¡un peso!, dos chapas rotosas de un metro mas o menos de ancho por dos metros de largo, la partecita de arriba de una cuchara, un ¿cuchillo?, ponele y cuatro latas oxidadas más.

- ¡Jaja! ¡¡Te faltó una cosa!!