Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

sábado, 12 de julio de 2014

HR Transición (Cap 3)

Capítulo 3

Luego, (Muy luego [Pasaron como dos meses más o menos porque estaba recién empezando las clases.]) caí en la cuenta de que mi grandiosa y magnífica habilidad era volver en el tiempo.

Había empezado las clases ese viernes 1 de Marzo (sí, los muy guachos son capaces de obligar a todo el estudiantado a ir a su primer día de clases un jodido viernes.) y tardé unos días en comenzar a charlar con los del curso (Cabe aclarar que era un curso completamente nuevo, ya que a los 17 años se produce una "re-orientación vocacional" digamos)

Bueno, el tema es que me empecé a relacionar con estos chicos y en un momento nos pusimos a charlar acerca de pesadillas y sueños en general, y, charlando, charlando, como que  empezamos a "competir" por quién había tenido la peor pesadilla, me acuerdo que me daba cosa decirlo, hasta que lo solté, así, de golpe, les conté lo del incendio y me fui en detalles, se quedaron todos callados, unos pocos segundos, y después me dijeron "eso no es nada, yo soñé que resucitaban a Menem!", todos se rieron del chiste y yo fingí  una sonrisa, nadie interpretó lo que me había pasado, había sido un sueño tan real, pero TAN REAL, que yo todavía estaba un poco traumadito con eso.

Otra cosa que me acuerdo de que en mi nuevo curso había al menos tres minas que estaban para partir la tierra, para chuparse los dedos, para entrarles como ciego al poste, como mormón al timbre, bueno, en fin, estaban súper buenas. Igual, yo en ese momento, era súper tímido, como les digo.

Ese día que charlamos lo de las pesadillas volví a mi casa, cené y me fui a dormir con una idea fija en la cabeza...

¿Y si no había sido una pesadilla?

Recordé que los detalles se coincidieron a la perfección, como el del apretón del dedo de mi padre y muchos otros (excepto lo de la catástrofe, claro.) y esa noche, cuando estaba nuevamente en mi cama, me concentré en volver en el tiempo, no pensé en otra cosa, ni siquiera dejé que mi mente se fuera por las ramas como suelo permitirle, sino que me esforcé, deliberadamente, en enfocarme en volver a vivir ese mismo día, ese mismo martes 12 de Marzo, hasta me dormí pensando en eso.

Al día siguiente me despertó mi madre, tenía la almohada cubierta de saliva y se me había pegado un poco a la cara, además de que la textura arrugada de una de las sábanas se dibujaba como un sello en mi cachete derecho, me levanté totalmente hecho un zombie, ojeras gigantescas, fui a orinar al baño, desayuné, ni siquiera me lavé la cara ni me saqué las lagañas, tenía ganas de seguir durmiendo, maldito sistema educativo que lo obliga a uno a ir a clase cuando no quiere.

Llegué a clases despeinadísimo, desalineado, entré en mi aula, me senté junto con los chicos con los que más me estaba juntando, y cuando llegó la profe fue todo muy loco, porque (Nótese que recién a esta altura del día mis queridas neuronas empiezan a hacer chispa) empezó a dar la misma clase. Con el mismo tono de voz. Todo era igual, y sólo en ese momento se produjo el chispazo mental.

¡Había funcionado!

Me contuve de no gritar, y estaba totalmente sonriente, entusiasmadísimo, se lo tenía que contar a alguien, pero todavía era muy tímido y no me relacionaba tanto con la gente, me puse hiperactivo, y debe haber sido una imagen bastante bizarra para mis compañeros verme TAN sonriente y TAN despeinado simultáneamente, pero bueno. Era como un deja vu permanente. Era genial.




Capítulo anterior. · Capítulo siguiente

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué te pareció este capítulo?