Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Las personas invisibles

Capítulo 86

El intermediario era un tipo alto, corpulento, pero no gordo, ni flaco. Con una remera mangas cortas de color poco llamativo, y un jean. No era ni muy joven ni muy anciano. Era justamente esa persona que cualquiera dejaría de ver, o que cualquiera dejaría de prestarle atención.

 Bueno, justamente de eso se trataba, ¿no?

La chica rubia y curvilínea llegó al restaurante y se sentó en la misma silla que siempre. En la misma mesa. Bajo la misma sombrillita que promocionaba alguna bebida. Al lado del cantero de plantas. Mirando para el mismo lugar, siempre.

Los mozos sabían que no tenían que sacarle charla a él, bah... mejor dicho, ni siquiera les interesaba. Lo que sí les llamaba la atención era la chica que siempre se sentaba delante suyo. Era verdaderamente atractiva.

- Dos cafés.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Caos

Capítulo 85

Marino encuentra la pared destrozada con miles de fajos de dólares. Se detiene por un instante. Tuerce el cuello. Piensa. Recuerda un amplio bolso que vió en las habitaciones. En medio del caos que se está desatando corre, lo encuentra. Tiene un par de revistas y ropa sucia. Lo vacía en el piso. Vuelve. Empieza a echar los fajos dentro del bolso. Carga mucho, mucho dinero. Corre y se abraza a Tatiana.

- ¡¡Diego!! ¡vos sacás a Aylén!
- si, si da...

T-Paff!!

- le...