Gaia

- Tranquilo Raf, larga historia...
- ¿Podemos pasar a tomar algo fresco? - Pidió David e hizo un ademán de estar acalorado. - La cuerina es lo peor que hay.
- Si, pasen, enseguida Mario les va a servir algo fresco... pero ¿Qué es este camión? y ¿Por qué la sangre en tu remera?
- Es sangre de Tadeo...
- ¡¡¿¿de Tadeo??!!! ¿¿que le pasó??
- bueno... es largo...
- Ustedes vengan y entren que me estoy muriendo. - Exige David.

Capítulo 90

 Entran, la calle queda inhóspita, con un camión recargado de droga, con una puerta mal cerrada.
 Reaparece David.
 - Y el único pelotudo de acá que se da cuenta de estas cosas y las tiene que resolver...
Cierra bien la puerta del camión, y vuelve a ingresar en la casa.
Mario sirve leche chocolatada helada. Natalia saca su tecnológico celular y accede a internet.
Los chicos le cuentan toda la historia a Rafael, Mario escucha desde la cocina.

- Así que ahora yo tengo que hacer arder un camión de doce metros con ... ¿cuánta droga?
- Y... serán, fácil, unos 200 kg
- Doscientos kilos...
- Si, en realidad con los chicos estábamos pensando en que no nos deshagamos taanto de la droga, del camión si... - Afirma David.
. ¿...?
- Yo tendría muchos compradores... - Concluye.
- Jajajajaja, Genial! - Responde Rafael
- ¡No Raf! ¡Así nos van a encontrar re fácil! tenemos que deshacernos de eso cuanto antes.
- Está bien, aunque me gustaría que fuera de otro modo...

- Che la Clau pregunta que cómo nos fue con lo de anoche... ¿qué le digo? - Pregunta Natalia.
- Mmmhhh... decile que...

 Se miraron. La respuesta era terriblemente evidente.

- ¡¡Claro!!
- Decile que venga en cuanto pueda a la casa de Raf, que la necesitamos urgentemente. No bueno ¡Que genial! ¡ya la hicimos!
- No omitamos el detalle de que utilizar en exceso los poderes nos debilita en gran medida, teniendo en cuenta lo bien que le cae a la Clau su poder... - Mencionó Santiago sarcástico.
- No te hagás drama Echó, que seguramente lo debe haber entrenado... por más de que viva diciendo que se siente extraña, rara y que no le gusta lo que puede hacer, yo estoy seguro de que en el fondo le encanta... vamos... - Respondió Rolando.

Santiago miró escépticamente a Rolando y levanto las palmas de las manos.

- Está bien... si vos lo decís...
- Ah, y Marino dice que esta noche hay joda, que él invita...- Cortó Natalia
- ¿Él invita?, ¿Adónde vamos?
- Dice que la Tati pone casa, o la Maca, ya ven... pero que él invita todas las bebidas...
- Mmm ... interesante.
- Che, che, che, ¡pero Tadeo sigue en el hospital todavía!
- Sí, pero dijeron que en dos o tres días le dan el alta, y que no fue nada grave, salvo el susto...
- Ah... bueno... eso está mejor... y pensandolo bien... ¿cómo decirle que no a una oferta de alcohol gratis?
- ¡Exactamente Rafa! - Respondió David - ¿CÓMO?
- ¡Hay por favor que EBRIOS! - Grita Natalia
- ¡Yo nunca lo negué! - Afirma David.

En breves instantes Claudia estaba en la puerta de la casa.

- ¡¡¡¡Ahhh!!!! ¡¡¡¡re que CLAU!!!!
- Hola, ¿cómo andan genteee...?
- Clau, ¡mirá!

Rolando le señaló el camionazo a Claudia.

- Tu nuevo desafío... - Continuó.
- ¿eh?
- ¿Alguna vez atacaste con tu poder a algo de ese tamaño?
- No...
- ¿Crees que seas capaz? - Impetó Santiago.
- No sé.. - Respondió Claudia rascándose levemente la cabeza. - ¿Por qué?...
- Porque si no hacés eso en breves instantes nos quedamos sin joda...
- ¿Qué?  ¿Hay joda hoy?

 Una sonrisa se dibujó en la cara de Claudia.

- Mirá, te lo voy a resumir rápidamente - Abordó Santiago. - Este camión tiene un montón de huellas digitales nuestras, y como podrás prevenir, no es de ninguno de nosotros... Además, adentro tiene una carga... cómo decirlo... compleja...
- Qué es... ¿algún fármaco o algo?

La cara de Santiago fue estática por un instante.

- ¿Por qué fármaco?
- Que se yo... podrían ser fármacos como podrían ser brazos robóticos, que se yo... no sé...
- Bueno... vamos a dejarlo en fármacos... necesitaríamos que te deshagas de ellos también.
- Mh... y si no desaparece...
- Básicamente vamos en cana.
- Pero ¿por qué? ¿robaron el camión? eso es lo que no entiendo.
- Bueno, es que... es largo... hagamos algo, hacé desaparecer la cabina aunque sea por ahora y después te cuento bien adentro...
- Bueno, dale...
- Vas a necesitar algo de ayuda, Mami? - Pregunta David bromeando.
- No, no.. o si,  SI! Vení para acá!

Se acercaron al camión y en menos de quince minutos la cabina había desaparecido, se había convertido en fino polvillo metálico y vítreo, y el viento lo había esparcido fácilmente. Ahora sólo faltaba la parte trasera.

- ¿Viste Echó?, si pudo contra toda la cabina en este tiempo sin caer desvanecida es porque lo estuvo practicando...

Finalmente Claudia entró en la casa, vio a Natalia durmiendo en el sillón y a Rafael poniendo una almohada detrás de su cabeza, para que esté más cómoda. Pidió algo para tomar, se sentó y exigió la historia. Y le fue contada.

- ¡Chicos!, no bueno pero ¡hay que sacarse esto de encima cuanto antes!
- Si, ¡justamente para eso te buscamos a vos...!
- Si, ya sé, pero si los llegan a encontrar, ¡es gente muy poderosa boludo!
- Bueno, pero nos aseguramos de que no nos vean la cara, para entrar Marino los agarraba por la espalda a todos.
- No nos vieron a nadie de cerca... excepto a Tadeo, supongo.
- ¿Ven? - Claudia se rascaba la cabeza nerviosamente. - No... qué quilombo.
- Bueno Clau, pero pensalo... no nos siguió nadie desde el lugar...
- Además de que no pueden seguir un camión que no existe... ;)
- Está bien, pero tengo miedo ahora...
- Quedate tranqui... ¿sabés qué? ¡¡¡lo logramos Clau!!! ¡nosotros vencimos! Y Tadeo está perfecto, ¡¡¡le dan el alta en uno o dos días!!! y lo mejor de todo... ¡ESTA NOCHE HAY CANILLA LIBRE!
- ¿canilla libre? no bueno que copado...¿a dónde salimos?
- A lo de la Maca, creo... Marino invita ;)
- Bueno, pero me queda algo de cosa...
- Quedate tranqui Clau... ¡Abrazo grupal!

Todos abrazaron a Claudia.

- Bueno, dale, vamos a terminar con el camión :D - Sugirió David.
- Dale, vamos.

Salieron de nuevo, ya estaba entrada la noche. El viento era fresco y aliviante.
Santiago se tiró en el sillón al lado de Natalia. Estaban exhaustos, era verdaderamente cansador hacer estas actividades. A través del gran ventanal se veía a David y Claudia trabajando todavía.

- Che David será medio tosco con el aire y todo pero tiene su resistencia el hombre, ¿eh?... - Comentó Santiago.
- Si..

- No te olvides de dejarme un par de kilitos para los chicos, Clau!, jajaja - Bromeó David

Claudia esforzó una sonrisa y terminó de degradar todo el camión.

- Ohh... yo quería un par de kilitos... - Susurró David.
- ¡Ya está chabon! ¡ya entendí el chiste!, vení, dale, asi vamos a lo de la Maca... quiero que todo esto pase rápido.
- ¡Ésa es la actitud!

Una hora más tarde, personas sueltas de todas partes de la ciudad concurrían a la residencia de Macarena. Una nueva juntada se estaba gestando, sin Tadeo, pero con un glorioso sabor a victoria. Uno a uno, desde el norte, el este y el oeste... desde todos los barrios llegaban y saludaban por la ventana. Los diecinueve habían llegado y estaban allí. Y Marino había rellenado la heladera de la fiesta ;)

Una excelente joda se avecinaba.

Capítulo anterior.__________Capítulo siguiente.