Los hechos y/o personajes de esta obra son ficticios, cualquier similitud con la realidad es pura casualidad.

jueves, 14 de marzo de 2013

Post mortem, persona, Decisión

Esta es la historia de un protagonista, de su propia vida, claro. Procuraremos no mencionar su nombre, es decir, podría ser cualquiera, tú, yo, tu mejor amigo/a, tu pareja, quien se te ocurra. Lo que le da la sustancia a esta historia son los hechos y los contextos, no los nombres.
Erase una vez una persona, ésta persona era totalmente normal y común, no se exigía a sí mismo más de lo que las normas de su región establecían, asistía a sus ritos religiosos de la forma en que la mayoría lo hacía, Comía y dormía al igual que todos los demás. Y, al igual que todos ellos, un buen día de su vida, tomó una DECISIÓN. No importa en realidad cuál era la duda, ni el dilema, sino que ésta persona decidió encaminar lo que le quedaba de vida por CIERTO camino, y no por algún otro. Ésta decisión, fue la que facetó la gema de su destino. Hasta que, claro, Llegado el momento,ésta persona murió. Luego de sentir esa gran, dolorosa y placentera muerte. La persona se encontró de nuevo a sí misma, lo cual era un gran indicio. Se percató de que aún tenía conciencia, todavía era un milagro. Y no sólo tenía conciencia, sino también sentir. Podía sentir-se. Sentir su propia existencia. Era elemental. Había muerto pero no había dejado de existir.
Lo que conocemos como sentidos son magia permanente en nuestra vida, ¿cómo percibimos lo que vemos? Los paradigmas a lo largo de la historia deben ser miles. Esta persona, Podía ver, no del modo en que nosotros, sino de SU modo (como siempre lo fue y lo será). Y viendo, esta persona se encontró con que no había abandonado su propia tierra, estaba entre toda la gente, podía verla, pero aparentemente ellos no. Intentó tocar a alguien, pero se percató de que no tenía brazos. Y no sólo no tenía brazos, sino que no tenía cuerpo alguno. Era una conciencia perceptiva levitando en el cosmos.
Pocos segundos después de ello, comenzó a sentir sonidos particulares.
La gente que pasaba cerca murmuraba cosas sin mover los labios, así como el podía existir sin tener un cuerpo. Podía leer conciencias con total facilidad.
Un hombre que pasó cerca pensaba demasiado en la economía de su región, una mujer pensaba con intensidad en sus hijos y en la educación que recibirían...
De pronto ésta idea alegró a la persona, que se había sentido algo frustrada de no poseer un cuerpo. Conocer a las personas podía ser una gran virtud, además de divertido. 
Intentó hablar.
Lo logró.
Podía hablar todo lo que desease, pero la gente, claro, no lo escucharía. A nivel de sonidos se encontraba entre las conciencias, y las personas vivas, aquí y ahora, no pueden percibir lo que las conciencias ajenas dictan, y mucho menos aquellas que no poseen un cuerpo.
Intentó moverse.
No lo logró.
No pudo moverse ni un pelo en ninguna dirección, porque estaba pensando en mover su cuerpo y, claramente, es difícil mover lo que no se posee. Así que con algún sentimiento de frustración, permaneció en quietud. De alguna forma sentir frustración le alegró, ya que al menos contaba con ello también, en este re-descubrir de las cosas.
Miró hacia el horizonte, una pareja parecía estar discutiendo y deseó estar allí para poder escuchar lo que dictaban sus conciencias. Y con sólo desearlo, allí se encontraba. Mirando a ambos dos discutiendo. leyó la conciencia de ella, era sincera, y estaba sufriendo. leyó la conciencia de él, era un malintencionado, y era consciente de que cometía mal. De pronto, sin  casi sin querer, deseó que la vida le diera su merecido, que se cumpla su karma, que la justicia divina intervenga. Deseó que él se tropezara con algo, con cualquier cosa que estuviera delante.
Y así fue.
Y en cuanto ocurrió, la persona habló: Éso te sucede por malintencionado, dijo.
Pero ésta vez, la persona SI fue escuchada...